La convulsión que vive Bolivia se transformó en el acontecimiento periodístico excluyente en los últimos día, debido a que el conflicto que terminó con un vacío de poder escala en vez de apaciguarse. Los episodios que se producen, propios de estas situaciones donde el centro del poder está acéfalo o debilitada al extremo son conocidos. La vida y la muerte están en una misma escala y tienen la misma entidad, están equiparadas. El dolor y el sufrimiento anestesia los sentimientos y nubla la razón.
Ruidos de dolor
La convulsión que vive Bolivia se transformó en el acontecimiento periodístico excluyente en los últimos día, debido a que el conflicto que terminó con un vacío de poder escala en vez de apaciguarse. Los episodios que se producen, propios de estas situaciones donde el centro del poder está acéfalo o debilitada al extremo son conocidos. La vida y la muerte están en una misma escala y tienen la misma entidad, están equiparadas. El dolor y el sufrimiento anestesia los sentimientos y nubla la razón.
La convulsión que vive Bolivia se transformó en el acontecimiento periodístico excluyente en los últimos día, debido a que el conflicto que terminó con un vacío de poder escala en vez de apaciguarse. Los episodios que se producen, propios de estas situaciones donde el centro del poder está acéfalo o debilitada al extremo son conocidos. La vida y la muerte están en una misma escala y tienen la misma entidad, están equiparadas. El dolor y el sufrimiento anestesia los sentimientos y nubla la razón.