El presidente, Alberto Fernandez, tiene por delante un titánico desafío que tiene dos áreas preponderantes: la política y la economía. Las diferencias de criterios dentro de su gabinete y de quienes detentan distintos poderes, empezando por Cristina Kirchner, lo pone en jaque permanente al tener que terciar para acallar las disputas públicas. Sobre la economía sobrevuelan nubarrones por la abultada deuda argentina ya que debe acordar postergar los compromisos de pagos con los acreedores privados y el FMI.
La economía y la política
El presidente, Alberto Fernandez, tiene por delante un titánico desafío que tiene dos áreas preponderantes: la política y la economía. Las diferencias de criterios dentro de su gabinete y de quienes detentan distintos poderes, empezando por Cristina Kirchner, lo pone en jaque permanente al tener que terciar para acallar las disputas públicas. Sobre la economía sobrevuelan nubarrones por la abultada deuda argentina ya que debe acordar postergar los compromisos de pagos con los acreedores privados y el FMI.
El presidente, Alberto Fernandez, tiene por delante un titánico desafío que tiene dos áreas preponderantes: la política y la economía. Las diferencias de criterios dentro de su gabinete y de quienes detentan distintos poderes, empezando por Cristina Kirchner, lo pone en jaque permanente al tener que terciar para acallar las disputas públicas. Sobre la economía sobrevuelan nubarrones por la abultada deuda argentina ya que debe acordar postergar los compromisos de pagos con los acreedores privados y el FMI.