Juan Carlos Marchese es el propietario del salón de fiestas Queen, de Alderetes, y afirma que su negocio está en quiebra por las restricciones adoptadas por la pandemia.
“Debido a las restricciones, no puedo trabajar pero nos siguen cobrando los impuestos”, dijo Marchese.
El empresario lamentó que, mientras se celebran fiestas clandestinas en todos lados, a los que trabajan por derecha en el rubro no los dejan abrir sus locales ni siquiera al aire libre y respetando todos los protocolos.
El hombre se decidió a exponer su situación luego de recibir una boleta del servicio eléctrico de $20 mil, sin que haya abierto su local, la cual no podrá abonar.
Pidió que si el Gobierno lo obliga a tener su local cerrado, al menos lo eximan del pago de servicios. /Los Primeros