“¡No me hagas calentar, porque si te tengo que matar, te voy a matar!”. Entre los desvaríos por el alcohol y la furia propia, un individuo se convirtió en pesadilla de su propia esposa, a quien también agredió físicamente.
Según se desprende de la denuncia que investiga el personal de la Comisaría 2ª de la Mujer y la Familia, el escándalo se produjo de madrugada en una vivienda de Finca de Ramos, situada en calle Isidro (s) al 1600 de la provincia de Santiago del Estero.
Allí, Vanesa, de 38 años, se encontraba acomodando los muebles y en forma sorpresiva arribó su pareja, Franco, de 28, en total estado de ebriedad.
Discusión
Siempre en base a la presentación de Vanesa, comenzó una discusión y ella le advirtió que se iba a retirar del inmueble, o que lo hiciera él, pero juntos no podían continuar.
Lejos de pacificarse, Franco se habría puesto más loco que lo habitual y vociferó: “No me hagas calentar porque si te tengo que matar, te voy a matar”, subrayó la denunciante.
No hubo mínima cuota de cordura. Es más, al instante Franco habría empujado a Vanesa, lanzándola contra la cama. Al verla caída boca abajo, la habría sujetado del cuello, girado el cuerpo y agredido con golpes de mano abierta en el rostro.
Como pudo, la mujer escapó y fue a la Comisaría, donde solicitó ayuda. Después, la fiscal Pilar Gallo dispuso que se aplique el protocolo de violencia de género y sea notificado de medidas restrictivas.
Retirarse de la casa
Le fue ordenado retirarse de inmediato de la casa. No puede acercarse a su pareja en un mínimo de 200 metros y la Fiscalía lo investiga por presuntas lesiones.
En la semana que comienza, Franco sería citado a la Fiscalía y nadie descarta que el futuro se le torne más adverso aún, ya que no habría un ataque aislado, enfatizaron los voceros al cierre.