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Embotellamiento de alpinistas en el K2, la montaña más difícil de escalar en el mundo

A contrapelo de las cautivantes imágenes nevadas que un googleo simple ofrece de la segunda montaña más alta del mundo, el K2, por estas horas sobresale un absurdo que hace unos años se repite en el Everest, hermano mayor de esta cumbre ubicada en el límite de Pakistán, la región de Cachemira y China: una larguísima fila de alpinistas literalmente colgados de una angosta ladera, intentando, a su turno, tocar la cima. Las consecuencias: al menos dos montañistas desaparecidos, que las autoridades pakistaníes estiman fallecidos.

Para entender la novedad del embotellamiento basta mirar el posteo en Instagram (video incluido) del usuario @Mingma.g, que reportó un cuello de botella inédito en el K2, el 22 de julio pasado, cuando -según el detalle que precisaron medios asiáticos y europeos- 145 montañistas hicieron cumbre.

No es una cifra más sino un número abultadísimo para una cima que (según informa el diario El País, en base a datos de himalayandatabase.com) desde su primera “conquista”, en 1954 y hasta febrero de 2021, solo había registrado 377 ascensos, contra los más de 10.000 del «más fácil» Everest.

Según informó este jueves la agencia AFP, las autoridades de Pakistán reconocieron que dos alpinistas habían desaparecido en estos días, y presumiblemente, fallecido.

Habían sido vistos por última vez varios días atrás en las laderas del K2 que, aunque mide 237 metros menos que el monte Everest, es considerado bastante más difícil de trepar. En realidad, el más difícil de trepar.

Son decisivas, en este sentido, la peculiar naturaleza técnica que exige el ascenso al K2, así como las caprichosas condiciones meteorológicas de la zona. 

“No podemos declararlos muertos hasta que no se hayan encontrado los cuerpos”, explicó un funcionario de Turismo de la región de Gilgit-Baltistán (Pakistán). Según dijo, se trataría de dos turistas, uno canadiense y el otro australiano.

La cumbre del K2, tras dos años de Covid

Cada vez que se producen largas filas para tocar la cima del Everest, los cuestionamientos comerciales salen a flote. La última vez fue en mayo, sin ir más lejos.

Ahora (por primera vez) ocurre en el K2, dado que operadores de turismo trasladaron el modelo de negocios que ya ofrecían en el Everest.

No es otra cosa que la tentadora oferta, de parte de distintas agencias, de “hacer cumbre”, dirigida a turistas inexpertos en materia de montañismo.

Y Pakistán ofrece bastante, en este sentido. Alberga cinco de los 14 picos de más de 8.000 metros del mundo. Según AFP, este verano, luego de los dos años de restricciones por la pandemia de Covid, un número récord de extranjeros viajó al país.

Parte de los cuestionamientos que circulan le caben a las autoridades locales, que tendrían a mano la posibilidad de regular el número de ascensos diarios a estos peligrosos picos, así como establecer un piso estricto para las condiciones físicas y deportivas de quienes adquieran estos paquetes turísticos.

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