El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, confirmó este martes ante la prensa que hubo una nueva amenaza a la vicepresidenta Cristina Kirchner, a través de un llamado telefónico de una mujer al 911 desde la ciudad de La Plata.
«Un llamado nada más fue», dijo escuetamente el funcionario nacional. Agregó que mantuvo un diálogo con la ex mandataria y sostuvo que se reforzará el operativo de seguridad.
«Un llamado, un parte a la Justicia, me llega el oficio por ese tema, instruyo al jefe de la Policía Federal por ese tema: uno por la investigación y otra por las consultas de la evaluación respecto de los efectivos que tienen que participar», señaló.
Según fuentes judiciales, la jueza federal María Eugenia Capuchetti, a cargo de la causa por el intento de magnicidio que sufriera el 1 de septiembre pasado, dispuso reforzar la custodia de la exmandataria.
«La investigación corre por cuerda separada, aunque implique que sea el mismo juzgado que tenga que evaluarlo fuerte sobre todo en la información que tenemos que es muy grande, que hay que procesarla. No es fácil resolverlo, pero lo importante de este tema es que a ninguna de las acciones que puedan parecerse tangencialmente de cualquier forma las minimizamos, les damos el valor que tienen que tener, que el jefe de la Policía instruya para que empiece la investigación por el hecho propiamente dicho y después el tema de la evaluación respecto de la custodia específicamente por quienes son los que se encargan de la custodia», agregó Fernández.
El ministro dijo que instruyó a la Policía Federal para reforzar la seguridad de la vice
Los informantes precisaron que la amenaza fue hecha ayer por la tarde a través de un llamado telefónico a la línea 911 realizado desde la ciudad de La Plata.
De esta manera, once días después del atentado contra la Vicepresidenta ocurrido en la puerta de su domicilio en Recoleta, cuando el ahora detenido Fernando Sabag Montiel gatilló un revólver a escasos centímetros de su rostro, se suma ahora esta amenaza de muerte ocurrida en las últimas horas.
En tanto, en la causa por el intento de magnicidio, a cargo de la jueza Capuchetti, donde interviene también el fiscal Carlos Rívolo, se encuentran detenidos Fernando Sabag Montiel y su pareja, Brenda Uliarte, ambos imputados por el atentado.
Como parte de la investigación, la justicia detectó una serie de mensajes extraídos del teléfono celular de Brenda Uliarte que permitieron a la justicia detectar que un grupo de personas había intentado antes asesinar en dos ocasiones a la ex mandataria.
La información surgió del celular de la propia novia de Sabag Montiel, a partir de mensajes que reflejan un intento de asesinato ocurrido el 27 de agosto, durante la noche en la que la Vicepresidenta le habló a la militancia apostada en la zona de las calles Juncal y Uruguay, donde se emplaza el edificio donde vive la titular del Senado.
Las fuentes de la investigación señalaron que allí aparecen, bajo sospecha, Gabriel Nicolás Carrizo, el referente de «los copitos», quien registraría intensas comunicaciones con Sabag Montiel durante el mes previo al intento de magnicidio y participante de ese grupo que hablaba con frecuencia con Uliarte.
Hay otras personas de diálogo frecuente con los imputados que también están bajo la lupa de los investigadores entre los que se encuentran un hombre y una mujer que habrían intentado a ayudar a Uliarte a ocultarse.
“Los inculpados decían que el próximo soy yo”
El presidente Alberto Fernández brindó un reportaje a la televisión española en la que habló sobre el ataque a la vicepresidenta Cristina Kirchner y aseguró que los imputados por el magnicidio también querían atentar contra él.
«Las conversaciones de los inculpados hablaban del fallido atentado contra Cristina y hablaban de que el próximo soy yo», contó en diálogo Telecinco, de España.
En el caso de la amenaza al jefe de Estado, Carrizo, amigo de Sabag Montiel y supuesto integrante de «la banda de los copitos de azúcar», es uno de los apuntados, quien en un estado de Whastapp, tres horas después del atentado contra Cristina, escribió: «Seguro el próximo sos vos, Alberto! ¡Tené cuidado!», escribió ese mismo jueves a las 23:57, cuando todavía la identidad del tirador era una incógnita.
