La historia del peluquero santiagueño que visitó la casa de Lionel Messi en París recorrió el mundo y se popularizó rápidamente en las redes luego de la publicación que el joven realizó en Facebook. Matías Agustín Rojas viajó a Francia para competir en un certamen internacional de peluquería, en el cual obtuvo el quinto puesto, pero tuvo la osadía de presentarse en la mansión del crack para entregarle un obsequio personal. Tras ser recibido por Antonela Roccuzzo, le agradeció su humildad.
“Un poco más de 10 km en bici por Francia para llegar a la familia Messi y entregárselo. Gracias Antonella por tu humildad y recibirme. Gracias al gran artista Luis Quiroga por su trabajo en el bombo”, posteó el admirador del futbolista en sus redes, luego de apersonarse en la residencia del ex delantero de Barcelona para entregarle un obsequio.
Matías Rojas, el peluquero recibido por Antonela Roccuzzo
Se trata del peluquero Matías Rojas, quien nació en la localidad de Loreto, en la provincia de Santiago del Estero, y concretó sus aspiraciones profesionales de viajar a la capital francesa para participar en el Mundial de Peluqueros. Pero la historia no termina ahí: el hombre consiguió una bicicleta y pedaleó hasta la casa de Messi para obsequiarle un instrumento artesanal fabricado por el luthier Luis Quiroga, quien confeccionó un diseño personalizado para el crack.
El resultado fue un voluminoso bombo en cuyo cuerpo se reproduce una gigantografía de Lionel Messi con la camiseta de la Selección Argentina. Pero el peluquero jamás imaginó que luego de tocarle el timbre al ídolo sería atendido inmediatamente por Antonela Roccuzzo, quien recibió humildemente el obsequio y se fotografió con el santiagueño. Naturalmente, la foto con Antonela rápidamente dio vuelta al mundo.
El sueño de París
Matías Rojas se dirigió al aeropuerto el 9 de septiembre con rumbo a París para participar en la competencia de peluqueros y al día siguiente anunció en sus redes: “Llego la hora. Mañana a las 6 am, hora de la Argentina, vamos a estar compitiendo. La mejor de la suerte para nosotros”.
Sin embargo, su misión todavía no estaba cumplida al cien por ciento: faltaba averiguar la dirección de la mansión de los Messi y conseguir un medio de transporte para acercarle el obsequio.
Una vez que consiguió la bicicleta, el santiagueño pedaleó 10 kilómetros y tuvo el encuentro inolvidable con la mujer del futbolista rosarino, a quien agradeció su gesto amable y humilde.
