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Él colgó la sotana y ella dejó de viajar por el mundo: ahora son padres

Let it be, una guitarra, un papá, una mamá y una pequeña beba dormida sobre la caja del instrumento fueron suficientes para llenar de amor y ternura a las redes sociales. Belén y Quique se cruzaron en el camino de la música y le dieron vida a una canción especial a la que hoy llaman Ámbar.

Hace cuatro años se empezó a formar esta familia que tiene como premisa darles lugar a los sentimientos y dejar fluir lo que los sonidos de los instrumentos hacen sentir en el cuerpo. Ella venía de años de viajar por el mundo y él acababa de dejar los hábitos. Dos mundos opuestos que se unieron en la música.

Y así lo demuestran con su pequeña hijita a través de sus cuentas @beluyquique y @belucastellanos, donde comparten imágenes de su día a día, pero sobre todo de la crianza de Ámbar,quien con apenas tres meses de vida escucha una melodía, se da vuelta y busca instantáneamente su origen para quedarse obnubilada. “Tocar cualquier instrumento genera vibraciones en la panza y el bebé comienza a conectarse, a vincularse. Nosotros lo hicimos desde el principio y hoy hay sonidos que Ámbar reconoce”, dijeron los flamantes papás.

Ámbar duerme plácida mientras le cantan el popular tema de The Beatles. (Foto: Instagram/@beluyquique)
Ámbar duerme plácida mientras le cantan el popular tema de The Beatles

Belu estuvo 12 años en pareja, se casó y convivió con un hombre, hasta que un día su vida cambió por completo: se divorció y comenzó a viajar por el mundo. Vivió en la India, México y San Martín de los Andes hasta que decidió regresar a su Argentina natal y conoció a Quique.

Él, por su parte, acababa de dejar el sacerdocio. Sí, durante 12 años (también) fue cura, pero su destino estaba en otro lado y colgó la túnica para dedicarse a la música.

Sus caminos, tan distintos, estaban listos para unirse a través de un “like” de Instagram. “Nos contactaron desde un perfil que cuenta historias. Él había relatado su vida como sacerdote músico y a mí me habían pedido que hable sobre un viaje espiritual que hice a la India”, contó Belén.Play Video

“Un día, él entró a la cuenta para decir que bajen su video porque había dejado de ser sacerdote y vio mi historia. Ahí puso un ‘like’ en mi posteo y yo en ese momento para hacer crecer la cuenta, porque me iba a poner a laburar de counseling, empecé a seguir a toda la gente que le puso ‘me gusta’”, detalló.

Durante un tiempo todo siguió igual, pero las cosas empezaron a darse el día que Belu le respondió una historia. Hablaron y se dieron cuenta de que la música los unía.Aunque los sentimientos de él se hicieron notar enseguida, ella no estaba tan convencida de avanzar con una relación. Sin embargo, todo fluyó como menos lo esperaban.

“Nos encontramos finalmente, pero yo lo encaré por el lado laboral, musical, pero no me quería enganchar. Nos conocimos ese día, lo invite a tomar mates a la plaza de mi barrio a las tres de la tarde para que no suene a cita y se terminó yendo a las tres de la mañana. Desde ahí nunca más nos separamos”, señaló.

Belén y Quique remarcan la importancia de la música en la vida de Ámbar. (Foto: Instagram/@beluyquique)
Belén y Quique remarcan la importancia de la música en la vida de Ámbar

Así fue como iniciaron una vida repleta de música y a ella se abocaron por completo. Decidieron emigrar a España para tocar en bares, pero la pandemia los hizo pegar el volantazo.

Nuevamente en la Argentina, se instalaron en la localidad costera de Caleta. Trabajaron juntos un tiempo hasta que un día decidieron esperar a Ámbar. “No lo propusimos, dejamos de cuidarnos, pero dependía del destino. Nos abrimos a la posibilidad y hasta que los dos no estuvimos en un lugar de armonía interior, Ámbar no llegó”, aseguró Quique.

Y finalmente Ámbar llegó.

El nacimiento de Ámbar

A los ocho meses de embarazo la vida los volvió a llevar a Buenos Aires y allí prepararon todo para la llegada de la beba. En la mañana del sábado 25 de junio, la bolsa se fisuró y rápidamente fueron al hospital.

Sin embargo, nada hacía parecer que Ámbar quisiera salir. “La partera, Priscila, apareció y fue un ángel, que me trató super bien porque me acompañó durante todo el proceso, pero nos dijo que si no había señales a las 23:00 iba a tener que inducir el parto”, precisó.

La llegada de Ámbar. (Foto: gentileza Belén Castellanos)
La llegada de Ámbar

“Yo quería lo mejor para ella, entonces cerré los ojos y le dije ‘si realmente necesitas ayuda pedimos ayuda, pero si te animas a salir sola, yo te ayudo y vamos juntas”, detalló Belu.

Así fue como a las 22:44 la pequeña se hizo notar. “Sentí una contracción muy fuerte, después otra. Fueron como seis horas de contracciones”, explicó.

“Nosotros grabamos un disco para ponerlo al momento del nacimiento, pero con todo el trabajo de parto nos olvidamos y cuando llegó Juan, el obstetra, lo puso él y Ámbar nació con sus canciones”, contó Quique.

A partir de ese momento la vida de la pequeña estuvo envuelta en canciones e instrumentos. “La música para nosotros es el cable a tierra, ella desde la panza se fue acostumbrando y hay música para todo. Cada vez está más atenta, cuando pueda va a agarrar un instrumento”, dijo entre risas Belén.

Hoy la pequeña Ámbar tiene tres meses, pero desde muy chiquita siempre estuvo muy conectada con los sonidos. “Es clave, un idioma universal y por eso podés hablarlo con el bebé, es como un abrazo”, resaltó el flamante papá que asegura que tienen canciones para todo: “Con música le decimos que vamos a dormir, a bañarse, a comer, cantamos siempre”, detalló.

Con respecto al video viral en el que la beba está sobre la caja de la guitarra mientras él toca y ambos cantan Let it be, aseguró que lo hacen siempre porque “las vibraciones armonizan” y eso le genera la tranquilidad que demuestra en las emotivas imágenes. “Es algo que no necesita explicación. Hoy cuando yo empiezo a tocar la guitarra, ella mira una mano y la otra y se queda muy atenta”, precisó.

La pareja alienta a los futuros padres y madres a transitar un embarazo rodeado de música y usarla “como un puente”. “Tienen que tocar cualquier instrumento, generar esas vibraciones a la panza con las queel bebé comienza a conectarse. Nosotros lo hicimos desde el principio y hoy hay sonidos que Ámbar reconoce”, contaron cómplices.

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