A diez días de su estreno, y con dos ex chicas de La casa de papel como protagonistas, la serie española Sagrada familia ya brilla entre las 10 más vistas de Netflix en el mundo y en la Argentina. ¿Acaso ya nadie se acuerda de la banda de atracadores más querida del streaming?
Probablemente sí siga estando en la memoria de los espectadores, pero pareciera que, ahora, «la serie española que todos deberíamos ver» cambió de nombres. Y, de la noche a la mañana, la flamante historia creada por Manolo Caro pasó a ser la nueva niña mimada del streaming. Desde que se estrenó a nivel global, el viernes 14 de octubre, cada día va cosechando mayor caudal de audiencia.
Con el último ranking semanal de la plataforma (el nuevo llegará en dos días), Sagrada familia ya está sexta en todo el mundo, con casi 9 millones de vistas, y octava en la tabla de la Argentina. Y en su propio país ya escaló hacia la punta: está en el tercer escalón de un podio que encabeza Dahmer.
Sagrada familia, el nuevo fen+omeno español de Netflix
Si bien había sido anunciada con bombos y platillos, había que ver con qué respuesta se encontraba, en medio de un catálogo cada vez más poblado, y con un pelotón de estrenos amontonados en los últimos dos meses.
Llegaba con el aval del mexicano Caro, creador de La casa de las flores y de Alguien tiene que morir, y con un guión atravesado por las sorpresas y el misterio. Nada es lo que parece, decía la gacetilla. Y, además, no había, en la previa, casi espacio para imaginar nada, porque desde la plataforma no soltaron ni un gramo de precisión en la sinopsis.
Con lo cual, la expectativa por conocer lo nuevo de Manolo echaba más leña al fuego del rating. Y, como gancho principal, estaba la explosiva dupla que han sabido construir en el tiempo Flores y Nimri: fueron las compinches Saray y Zulema en Vis a Vis, fueron compañeras en teatro, y volvieron a compartir pantalla en La casa de papel, como Nairobi, de un lado de la fachada, y como la inspectora Sierra, del otro.
Amigas y colegas, fueron elegidas por Caro para contar la vida de Gloria (Najwa), flamante mamá que desembarca en Fuente del Berro junto a su cuidadora. ¿Es realmente la cuidadora de su bebé? ¿Es su único hijo? Preguntas que no ameritan ser respondidas ahora. Es mejor ver la serie.
Porque, además, a partir de su llegada al barrio empieza a asomar el resto de los personajes, como la pareja que integran Alba Flores y Álex García. Todos esconden algún secreto en esta nueva apuesta española de Netflix que está viendo derretirse el viejo fanatismo por La casa de papel.
Dos viejas conocidas
Zulema (Nimri) y Saray (Flores), en «Vis a Vis»
Tienen perfiles distintos, vienen de lugares diferentes, les tocan personajes a veces opuestos, pero el entorno insiste en juntarlas. Y lo bien que hace. Porque las españolas Alba Flores y Najwa Nimri construyeron una fórmula explosiva. De ésas que hacen saltar chispas de la pantalla, cuenten la historia que cuenten.
Su vida laboral conjunta nació hace siete años, cuando se calzaron los uniformes amarillos de las presas de Vis a Vis. Aquella vez, en la piel de Zulema Zahir (Nimri) y Saray Vargas (Flores), estaban del mismo lado de la reja, aunque no siempre en la misma celda. Zulema era perversa, Saray era una suerte de esclava suya, carismática, un personaje que atrapaba. Se hacía lo que la villana decía.
Pero en La casa de papel, Nairobi (Flores estaba desde el vamos en el fenómeno que nació en la TV española y despabiló globalmente Netflix) era pieza fundamental en la banda de atracadores de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, y la inspectora Alicia Sierra, en el cuerpo de Nimri, se sumó en la tercera temporada como miembro del Cuerpo Nacional de Policía.
Nairobi, el gran trabajo de Flores para «La casa de papel»
Está claro que, en esta ficción que se despidió sin tanta estridencia como cuando fue recibida por el público, ellas no estaban siempre juntas: las separaba la fachada del edificio tomado, lo que las llevaba a estar a ambo lados de la ley. Pocos momentos de pantalla compartida, con más charla telefónica, de las tensas, a un lado y otro de la negociación.
También coincidieron en el elenco de El Oasis, el spin-off de Vis a Vis, que protagonizaron Najwa, volviendo a dar vida a la villana Zulema, y Maggie Civantos, la Macarena de la serie original. En este derivado de aquel éxito, Alba, como la gitana Saray, participó para volver a interactuar con sus dos ex compañeras del penal de Cruz del Sur.
Y como si la pantalla -sea del televisor o del dispositivo que fuera- no alcanzara como punto de encuentro, el teatro las hizo pisar las mismas tablas, cuando en 2016 montaron el musical Drac Pack, del que Nimri era también coautora.
Najwa Nimri en un relanzamiento de «La casa de papel» en Madrid
“El encuentro éste con Najwa ha sido casi fortuito, porque igual la gente piensa que vamos en un pack«, le dijo la nieta de Lola Flores e hija de Antonio Flores al diario El mundo cuando estaba por llegar Sagrada familia. Y, ahora que llegó, ya se piensa en una segunda temporada.
