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Tragedia familiar. Prendió la luz y explotó todo

Edgardo abrió la puerta y sintió un olor a gas insoportable. Se acercó a la garrafa y se percató de la pérdida producida por la desconexión de una manguera. Sus cinco chicos -tres nenas y dos nenes- habían llegado con él y corrieron a dejar sus mochilas. Uno de ellos encendió una luz y fue como detonar una bomba: la casa explotó y las llamas envolvieron al padre y a sus hijosOcurrió en Los PolvorinesLos seis luchan por sobrevivir.

Hasta el mediodía del lunes, cuando el desastre invadió sus vidas, los Leguizamón eran una familia sacrificada que peleaba por salir adelante. Edgardo (31 años), desempleado, había invertido buena parte de la mañana en el Jardín 915 donde asisten sus dos hijos más pequeños. Ayudó a armar la bandera de egresados de Bastian (6) y, al llegar las 12.00, los retiró a él y a Ian (4).

Unos pocos pasos lo separaban de la Escuela Primaria N°11 Almafuerte, que funciona en el mismo complejo. Allí asisten Mía (11), Alma (10) y Zoe (7). Los seis volvieron juntos y se desviaron del camino: Edgardo debía cumplir su promesa de comprar patitas de pollo para el almuerzo.

Los chicos querían llegar pronto. La gata, una de las mascotas de la familia, había dado a luz a varios cachorritos horas antes. Todos estaban ansiosos ante la novedad y la casa estaba sola: Ivana (26), la mamá, se había ido a un geriátrico cercano donde trabaja como asistente.

Luego, la explosión. El desastre que quedó registrado por la cámara de seguridad de un vecino que vive enfrente. Los chicos y el papá huyendo de las llamas y el derrumbe; la desesperación envolviendo vidas inocentes.

Alma, Bastian, Ian, Zoe y Mía, los cinco nenes víctimas de la explosión. (Foto: Facebook)
Alma, Bastian, Ian, Zoe y Mía, los cinco nenes víctimas de la explosión

La casita que había sido levantada con tanto sacrificio quedó reducida a escombros. “La habían terminado antes de la pandemia y todavía la estaban equipando. En el último tiempo habían comprado en cuotas una mesita y unas sillas. Todo era despacito, con mucho esfuerzo”, cuenta Liliana, tía de los nenes, en charla con TN.

Tres semanas atrás, Edgardo había sido despedido de su trabajo en una empresa de seguridad. “Le agarró Gripe A y lo tumbó. Estuvo tres días tirado en la cama con 40 grados de fiebre. Cuando pudo levantarse, todavía con tos y moco, se presentó. A la empresa no le importó: como faltó unos días, directamente le mandaron el telegrama de despido”, detalla la mujer.

Una familia que ya conocía el dolor: en 2019 sufrieron la muerte de una hija

En estos días, el padre alternaba algunas changas como mecánico con las tareas de cuidado de sus hijos. La situación económica de la familia era apremiante y Edgardo había colocado una garrafa de 45 kilos para abastecer de gas a la casa.

Era habitual que tuvieran que cocinar y bañarse en la casita de Mónica, abuela de los chicos, que vive en una subdivisión del terreno. La mujer tampoco estaba en el momento de la explosión y sufrió una descompensación al enterarse de lo ocurrido con su hijo y sus nietos.

“Ian y Bastian tenían toda la carita quemada. No podíamos distinguir quién era cada uno. Alma tenía el pelo prendido fuego. Ahí los cargué a todos al auto y los llevé al hospital”, relata Javier, hermano mayor de Edgardo.

El hombre vive en una casa lindera y fue testigo de la explosión: “Sentí un ruido muy fuerte y no sabía qué había pasado, si había sido un choque o qué. Cuando salí, vi el fuego, a la perra que estaba toda quemada y a los chicos corriendo”.

El lugar se llenó de vecinos y de desesperación. Los bomberos llegaron rápido y extinguieron las llamas. Una enorme nube de polvo opacaba el día soleado mientras una cuadrilla de la Municipalidad de Malvinas Argentinas comenzaba a remover los escombros. De la casa ubicada en Bacacay al 100 no quedó nada.

Hoy queda una familia que lucha por sobrevivir y que intentará reconstruirse. Una familia que ya conocía el dolor: Emma, la sexta hija, murió tres días después de su nacimiento, en 2019, por complicaciones en el corazón.

Ivana, juntos a sus cinco hijos y embarazada a Emma. La beba murió tres días después de su nacimiento. (Foto: Facebook)
Ivana, juntos a sus cinco hijos y embarazada a Emma. La beba murió tres días después de su nacimiento
  • Alma (10 años) es la que tiene presenta el cuadro más grave: sufrió quemaduras en el 80% del cuerpo y fue sometida a una compleja operación en el Hospital Garrahan. Está en terapia intensiva con asistencia respiratoria.
  • Mía (11) continúa en estado crítico, aunque estable: tiene el 45% del cuerpo afectado y permanece conectada a un respirador en la terapia intensiva del Instituto del Quemado. Sus heridas principales son en el rostro, cuello y extremidades superiores.
  • Bastian (6) sufrió quemaduras en el 37% del cuerpo y debió ser intubado dos veces. Se encuentra estable en el Instituto del Quemado.
  • Ian (4) fue extubado y evoluciona favorablemente en el Instituto del Quemado, aunque tiene heridas serias en la cara y por eso se lo considera de riesgo.
La familia había levantado la casita antes de la pandemia. (Foto: Pepe Mateos / Télam)
La familia había levantado la casita antes de la pandemia
  • Zoe (7) es la que presenta el cuadro más leve. Era la más alejada del lugar donde se originó la explosión y no tiene quemaduras de consideración, aunque el derrumbe le provocó heridas en una mano y debió ser operada en el Garrahan.
  • Edgardo (31) fue derivado al Instituto del Quemado tras haber ingresado inicialmente en la terapia intensiva del Hospital de Trauma Federico Abete. Tiene el 63% del cuerpo quemado y se encuentra en estado crítico.

Para colaborar con la familia: CBU 2590027120384408230129, a nombre de Ivana Jacqueline Carpio.

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