Categorías
Noticias Sociedad

The Economist destacó la urbanización del Barrio 31

«La política de los barrios vulnerables de Argentina es uno de los pocos puntos alentadores en el país», señaló la revista The Economist, en un artículo en el que destacó la urbanización del Barrio 31 en Retiro.

A continuación el artículo completo:

Un visitante paseando por Arroyo, una calle del barrio de Retiro, uno de los barrios más elegantes de Buenos Aires, puede comprar una bolsa de granos de café por USD 22 y pedir una ensalada de kale y pesto en un restaurante de moda. Sin embargo, a pocas cuadras de distancia, se encuentra el asentamiento más antiguo de la ciudad, conocido como Villa 31, que se extiende a lo largo de 72 hectáreas (178 acres) y alberga a más de 40.000 personas. Mientras que un departamento con tres habitaciones en Arroyo se alquila en alrededor USD 3,000 por mes; una familia en la Villa 31 podría pagar entre USD 150 y USD 250 por su vivienda. Más que café de lujo, allí los vendedores ambulantes venden zapatillas deportivas usadas y bolsas de cereales.

Sin embargo, aunque puede que no sea tan glamorosa, la Villa 31 se está poniendo al día. Desde el 2016, el gobierno de la ciudad, con fondos del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ha gastado más de USD 300 millones en la pavimentación de caminos, escrituración de terrenos y tendido de tuberías de alcantarillado y cables eléctricos. El asentamiento solía tener una sola calle asfaltada. Al día de hoy, todas las calles están pavimentadas. En 2016, no existían escuelas públicas en el barrio. Ahora el barrio tiene tres. Desde el 2019, los colectivos van a la Villa 31 y ha abierto un banco allí.

La integración de los barrios marginales es un punto álgido en la política fracturada de Argentina. En 2009, una ley promovida por Mauricio Macri, en ese entonces Jefe de Gobierno liberal de Buenos Aires, buscaba mejorar la infraestructura de la Villa 31. El progreso se detuvo hasta el 2016, cuando Horacio Rodríguez Larreta, también liberal, lo sucedió como Jefe de Gabinete. En 2017, con Macri en la presidencia, se creó un registro nacional para identificar los asentamientos y mejorar la vida en los barrios más vulnerables pasó a ser una prioridad nacional. Esto ha continuado bajo un gobierno liderado por los peronistas, un movimiento populista de izquierda. El 27 de octubre, el Senado aprobó una ley que prohíbe los desalojos en los barrios vulnerables durante una década y suma otros 1.100 asentamientos al registro, llevándolo a 5.600.

Las cuatro quintas partes de los latinoamericanos viven en ciudades. Sin embargo, casi todas las grandes ciudades están rodeadas de barrios vulnerables que albergan a 120 millones de personas o al 20% de la población de la región. Tienen diferentes nombres: “villa” (abreviatura de villa miseria) en Argentina, “favela” en Brasil y “barrio bajo” en México. Los gobiernos han tratado durante mucho tiempo de mejorarlos. Chile fue pionero en un enfoque orientado al mercado en la década de 1970, en la que se otorgaron exenciones fiscales a las empresas constructoras que construyeron viviendas sociales. Entre 1980 y 2000 se construyeron alrededor de 2 millones de nuevas viviendas para la población en situación de pobreza, lo que representa el 43% del total de las viviendas. Aunque el esfuerzo se consideró exitoso, algunas familias tenían viviendas de mala calidad en zonas alejadas de sus trabajos.

Uno de los mayores proyectos se llevó a cabo en Río de Janeiro entre 1995 y 2008 a un costo de USD 600 millones. Buscaba integrar 158 favelas, hogar de 250.000 personas. Sin embargo, un informe de seguimiento del BID indica que los barrios que participaron en el proyecto terminaron teniendo un peor servicio de recolección de basura y alcantarillado. La delincuencia local a menudo buscaba reafirmar el control destruyendo el nuevo alumbrado público y pavimentos. La falta de acceso a áreas más altas y empinadas significó que gran parte de la nueva infraestructura no se pudiera mantener. Y el proyecto no pudo seguir el ritmo de crecimiento de la población. Entre 2000 y 2010 la población de Río creció un 3,4%, pero casi un 30% en las favelas.

La Villa 31 podría evitar estos problemas. Su ubicación central ayuda. Buenos Aires tiene poca delincuencia. Desde 2016, una mayor presencia policial en la villa ha reducido muchísimo la delincuencia. Omar, un vendedor ambulante senegalés de 26 años, se mudó allí en abril. “Cinco años atrás no hubiera venido aquí. No había policías, las calles eran de barro, todo estaba oscuro”, dice.

El mayor cambio llegó para las 1.200 familias que antes vivían debajo de una autopista. El Gobierno de la Ciudad ha construido edificios con departamentos para solucionar su situación habitacional. Sin embargo, en dos encuestas recientes realizadas sobre los nuevos departamentos, la mayoría de los residentes se quejaron de las goteras y del aislamiento. Los alquileres costosos son un punto delicado.

Larreta espera que la publicidad de la Villa 31 pueda ayudarlo a ganar la presidencia el próximo año. Anuncios en Buenos Aires impulsan su eslogan: “La transformación no para”. Larreta, un tecnócrata formado en Harvard, puede carecer del atractivo de sus contrapartes populistas. Aunque Argentina necesita idoneidad más que carisma.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *