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Flavio Mendoza fue contratado por tres años para actuar en Canadá

A los 48 años, Flavio Mendoza está por pegar un volantazo en su vida artística y personal. En mayo se mudará con su hijo, Dionisio, a Quebec -en principio por cuatro meses-, porque acaba de firmar un contrato por tres temporadas para presentar Stravaganza 10 años y sus otros espectáculos en Canadá.

Flavio, que por primera vez llevó su espectáculo a Pinamar, el 21 de enero pasado anunció la noticia de su debut internacional cuando presentó en el escenario a la familia Perrier, el matrimonio canadiense integrado por Dominic y Eve, y sus hijas Ariane y Laurence, dueños del Resort Havana Camping de Maricourt. Dominic oficiará de productor del espectáculo.

-Cuando debutaste con Stravaganza: Water in Art, en diciembre de 2011, ¿imaginabas salir con tus shows al mundo?

-No. Al principio era lograr el gran espectáculo que quería hacer. Después cuando recibimos muchos reconocimientos y premios -porque es el espectáculo más exitoso del teatro nacional en décadas-, sí dije: “Estaría buenísimo que se conozca afuera”. Ir a Canadá me va a potenciar y nutrir también como artista. Salir de mi lugar de confort y tratar de conquistar otras culturas es una gran posibilidad.Flavio con su hijo, en el mar de Pinamar.Flavio con su hijo, en el mar de Pinamar.

-Sobre todo porque cuando arrancaste sorprendió el nivel internacional de un show que incluía piletas de agua, acrobacias, un circo de “lujo” …

-Sí, es el espectáculo que mixtura todas las artes en sí y eso lo define. Stravaganza es danza, acrobacia, humor, destreza, música y eso lo hace diferente.

«El elemento del agua fue lo más innovador en un show de gira, porque hay algunos que tienen agua, como en Las Vegas, pero no son escenarios móviles como éste. Nosotros podemos armar y desarmar este escenario de 10 metros, con una pileta de 5 metros de ancho por 10 de largo. Tiene un plus porque es único«, se ufana.El productor de la obra, Flavio y el empresario candiense, Dominic Perrier, en Pinamar.El productor de la obra, Flavio y el empresario candiense, Dominic Perrier, en Pinamar.

-Y después de once temporadas en Carlos Paz hiciste una gira por todo el país y este verano te fuiste a Pinamar.

-Sí, yo no quería hacer la temporada típica, por eso es que iniciamos esta gira, con Héctor Gordillo y Maxi Oliva, que son mis productores, y en nuestro país es todo a pulmón porque cuesta trasladar esta calidad de espectáculo. Así que estamos muy contentos por todo lo que sucede con Stravaganza y por su proyección. Estoy tan entusiasmado que, pensando en el viaje, a veces no puedo dormir.

-¿Cuáles son tus expectativas?

-¡Todas! Es un gran resort que alberga más de 9.000 personas por fin de semana. Todavía no lo conocí, pero sí fue Héctor (Gordillo). Y puede ser un punto de despegue, no solamente para crear nuevos espectáculos o reproducir otros para el resort, sino, incluso, en otros lugares. Que nosotros estemos ahí es una gran vidriera para que te vea mucha gente.Flavio y Dionisio empezarán una nueva vida en Canadá, siguiendo la huella nómade de sus padres.Flavio y Dionisio empezarán una nueva vida en Canadá, siguiendo la huella nómade de sus padres.

-¿Cómo vas a hacer con el inglés y el francés?

-Tengo la suerte de que trabajo con gente muy joven, que sabe inglés, por lo menos la mayoría. Yo soy el bruto, me cuesta muchísimo, pero el arte no tiene idioma; si querés representar algo, lo expresás con tu cuerpo, con tus gestos, con tu danza. He trabajado con gente de otros países comunicándome a lo indio, pero éste es un momento nuevo para mi vida y voy a tener que aprender.

-¿Cuál es el plan de trabajo del contrato que firmaron?

-Son tres años, Primero, de mayo a octubre en la temporada de verano allá, pero yo voy a viajar un par de veces antes, cuando casi toda la compañía vuele a Canadá.

-¿Cuántos artistas irán desde la Argentina?

-En el escenario somos 30 más o menos. Después hay muchos técnicos que se sumarán a otros de allá. Pensá que es una logística muy grande: el escenario, la pileta… todo sale de la Argentina.

-¿Cómo imaginás que será tu vida en Canadá?

-Cuando hacés temporada a veces te vas tres meses, pero estás en la Argentina. Irnos a otro país, tan lejos y tan diferente culturalmente, es fuerte. Pero voy con mi hijo, estoy viendo colegios y todo será una gran experiencia también para él.

«Será un poco la que tuve yo, que soy quinta generación de familia de circo. Nosotros éramos nómades -recuerda- y aprendí a hablar bien portugués porque, cuando tenía 4 años, mis padres fueron a trabajar a Brasil y nos quedamos cinco años».

Con el arte en el ADN

«Yo soy artista de nacimiento. Mi primer recuerdo es abrir los ojos y ver a mi mamá haciendo equilibrio a 4 metro de altura, también a mi papá y a mis hermanas. Siempre viví bajo un circo y mirando artistas y su lucha constante de que ni el viento ni la lluvia los detenían, embarrados como locos, llegaban se sacaban las botas de barro y se subían al escenario, bah, en esa época no había ni escenario, era piso de aserrín«, evoca.

Y se sincera: «Yo era la oveja negra de mi familia, porque no encontraba del todo el lugar. Mi gran cambio artístico fue cuando Michael Jackson aparece en mi vida, me cambió la cabeza, porque dije: ‘Ah, ¡se puede bailar!’. Nosotros los de circo no teníamos esa cosa del baile, era como un complemento a la destreza para tener buenas líneas, pero yo quería bailar y en aquel momento el bailar no era para nenes, un varón no bailaba así«.

«Pero como siempre fui muy terco empecé a bailar, mi abuela me veía bailando en el living de mi casa y me decía: ‘¡Qué lindo que girás!’. Ahí nació el verdadero Flavio Mendoza artista”.

-Dionisio es sexta generación de circenses, entonces.

-¡Sí! ¡Pero no sé qué me va a salir! Si acróbata o arquitecto, pero lo bueno es criarlo con mucho amor para que logre sus sueños.

-Tu hijo cumple cinco años el 12 de abril, ¿es difícil encontrar colegio en Quebec?

-La familia Perrier me está ayudando… Con ellos ya me siento como en casa, no es solo que voy a trabajar porque, aunque voy con mi gente y Maxi (Oliva) es además padrino de mi hijo, siento que vamos a estar acompañados y protegidos por ellos.

Y agrega: «Sé que va a ser un cambio para Dionisio, pero él va a una escuela bilingüe, así que está dando sus pequeños pasos con los idiomas. También es buscar un futuro diferente… Yo podría quedarme tranquilo en la Argentina, pero creo que las personas que buscan sueños son las que dejan algo. Yo no puedo existir y nada más, no es mi naturaleza».

Atrapado en las otras redes

Mendoza iniciará acciones legales por la polémica generada por una foto de su hijo.Mendoza iniciará acciones legales por la polémica generada por una foto de su hijo.

Más allá de las buenas noticias, el coreógrafo, bailarín, director y productor vivió días convulsionados por una imagen de su hijo en las redes, sacada de un video y descontextualizada por el político y activista conservador estadounidense Charlie Kirk, y por el diputado Eduardo Bolsonaro (hijo del expresidente de Brasil).

El resultado: cerraron su cuenta de Instagram e iniciará acciones legales.

-¿Cómo te sentís con eso?

-Me parece que las redes sociales hoy tergiversan todo. No puede sentarse una persona detrás de un teclado a escribir cualquier cosa o a subir una foto de un niño sin indagar, sin investigar y sin saber. Yo soy una persona totalmente transparente y luché toda mi vida para lograr lo que tengo. El otro día me llamó Moria Casán diciéndome ‘Vos no tenés que aclarar nada, no tenés que aclarar que sos un papá gay’. ¡Y tiene razón!

«No tenemos que ponernos más rótulos y no somos nosotros los que tenemos que pedir disculpas. Yo soy un hombre decente, honesto y trabajador y tengo un hijo maravilloso. Y esto va más allá de mí, por eso en la parte legal está trabajando mi abogado, Fernando Burlando, porque son los derechos humanos de un niño. Todo tiene que tener un límite y para mí el límite es mi hijo«, sentencia.

“Flavio es un ejemplo para el mundo artístico”

Los Perrier en Pinamar. En Canadá tienen reality propio.Los Perrier en Pinamar. En Canadá tienen reality propio.

La familia Perrier -Dominic, Eve y sus hijas, Laurence y Ariane- vino por primera vez a la Argentina en diciembre pasado. Vieron el Circo del Ánima en Avellaneda y volvieron ahora para presenciar el espectáculo de Flavio en Pinamar.

Dueños del resort donde se presentará Stravaganza y protagonistas del reality show Havana Qc (que muy pronto estrenará su segunda temporada), compraron una carpa gigante que perteneció al Cirque du Soleil -el circo nacido en Quebec en 1984- y que será re-estrenada con la obra de Mendoza.

-¿Cómo fue que se interesaron por los espectáculos de Flavio?

-Dominic: Cuando compramos la carpa estábamos buscando qué hacer. Y el azar nos llevó a conocer a Héctor (Gordillo), su productor… y acá estamos en Buenos Aires, en mi caso, por segunda vez en poco tiempo.

-¿Qué les pasó cuando vieron a Flavio en acción?

-Ariane: Es un espectáculo muy muy original. Todos los elementos diferentes, como el agua, el fuego, la acrobacia… todo eso mezclado nos impresionó mucho.

-Dominic: ¡Es brillante! Nos impactó el show y es un buen ejemplo para el mundo artístico cómo una persona con tanta carrera sigue creando y transformando a ese nivel.

-Eve: ¡Es inspirador!

-Laurence: Claramente se puede ver en el show la pasión de Flavio en todo lo que hace.

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