El caso por el viaje a Lago Escondido que compartieron jueces federales, funcionarios porteños, exagentes de inteligencia, empresarios y directivos del grupo Clarín será investigado en los tribunales federales de Comodoro Py, tal como reclamaban los propios acusados, y no en Bariloche, donde avanzó la primera causa.
Así lo resolvió la Sala I de la Cámara de Casación con la firma de los jueces Diego Barroetaveña y Daniel Petrone y la excusación del tercer integrante de ese tribunal, Carlos Mahiques, que es uno de los acusados porque participó del viaje que se investiga.
Tras aceptar la excusación de Mahiques, Barroetaveña y Petrone zanjaron la controversia entre la justicia federal de Bariloche y la porteña, que peleaban por quedarse con el caso.
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Los camaristas entendieron que la cuestión ya estaba resuelta, pero dijeron que “por razones de economía procesal y buen servicio de administración de justicia” iban a abordar de todos modos el asunto, y señalaron que compartían el criterio de la Sala II de la Cámara Federal, que había dispuesto que el juez Sebastián Ramos le pidiera a su colega de Bariloche que se inhibiera en el caso.
Ese fallo de la Cámara Federal al que remite la Casación lleva la firma del camarista Eduardo Farah, que compartió el criterio del fiscal de Cámara José Agüero Iturbe en un incidente promovido por otro de los jueces viajeros, Pablo Yadarola, que fue quien pidió que el caso pasara a Comodoro Py.
En aquella sentencia, Farah revocó la decisión que había tomado el juez Ramos, que había rechazado pedirle el caso al juzgado federal de Bariloche.
Farah dijo que en ambas causas se investigan los mismos hechos. En el caso -recordó- fueron denunciados diferentes funcionarios públicos (jueces federales, un ministro y un fiscal), entre otros, por el supuesto delito de dádivas, que consiste en haber aceptado determinados servicios de costo económico, ofrecidos por empresarios en razón de los cargos que ejercían. El juez dijo que los funcionarios denunciados ejercen sus tareas en la ciudad de Buenos Aires y que si hubo algún ofrecimiento de traslados y alojamientos, estos habrían tenido lugar en esta ciudad.
Tras el fallo de la Cámara Federal, el juez Ramos le pidió el expediente a su colega de Bariloche -el subrogante Gustavo Villanueva-, pero el magistrado rechazó la inhibitoria. Decidió “no hacer lugar” a la solicitud tras señalar que, al menos por el momento, correspondía que la causa siguiera tramitándose en Bariloche, donde se impulsó la investigación, se fijó la plataforma fáctica y se dispusieron numerosas medidas de prueba, algo que no ocurrió en los tribunales porteños que reclaman la causa.
Sin embargo, la Cámara Federal rechazó este criterio y por eso debió intervenir la Cámara de Casación, que es el tribunal común de mayor jerarquía, que determinó que el caso quede en el juzgado de Ramos.
Los jueces Yadarola (el que pidió que el caso se investigue en Buenos Aires) y Mahiques (el camarista de Casación que integra la misma sala que hoy decidió que la causa se concentre en Comodoro Py), visitaron la estancia de Joe Lewis en Lago Escondido acompañados por otros jueces –Julián Ercolini y Pablo Cayssials-; junto al ministro de Justicia y Seguridad saliente, Marcelo D’Alessandro, y el jefe de los fiscales de la ciudad, Juan Bautista Mahiques. Todos ellos fueron recibidos en Bariloche por Pablo Casey y Jorge Rendo, representantes del Grupo Clarín. También participaron del viaje el exagente de inteligencia Leonardo Bergroth y el presidente de Mediabit S.A., Tomás Reinke.
