La pandemia profundizó la diferencias entre los actores políticos que profesan distintas ideologías o formas de pensar la realidad y sus soluciones. Se exacerbaron las posiciones, pero la más explícita virulencia viene de quien tiene mayor poder, esto es el gobierno nacional, que se muestra muy a gusto con la política agonal, aún en momentos críticos. La puja y la tensión política mantienen viva la democracia, que es un conglomerado de opiniones diversas, pero el exceso de ese ejercicio envilece las relaciones y desmoraliza a los ciudadanos.
Invitado: Pablo Yedlin
Opiniones contagiosas
20 abril, 2021