Argentina enfrentó la pandemia descreída sobre los daños que podía generar en la población. Desde el gobierno el mensaje inicial fue que no estábamos frente a algo tan peligroso como el que se avecinaba. Sin embargo, hoy contamos las muertes en decenas de miles y la cuenta final no la conocemos. Detrás de estas frías cifras hay pérdidas y dolor irreparable. La enseñanza es que los males del mundo hay que enfrentarlos con la responsabilidad suficiente como para minimizar los daños humanos que producen. Los gobiernos son los guías frente a estos casos, sus errores los termina asumiendo el cuerpo social en su conjunto.
EDITORIAL
Inevitables desaciertos
6 julio, 2021