La política como actividad debe asumir el fracaso como resultado ya que desde el retorno a la democracia en 1983 no pudo elaborar soluciones a los problemas de la sociedad, por el contrario los profundizó y consolidó. Por eso se impone la necesidad de abordar acuerdos para el crecimiento, la inclusión y la justicia social. El imperativo histórico es detener el deterioro socioeconómico, fundamentalmente, y lograr que las inmensas mayorías puedan ejercer sus derechos inalienables que les están siendo negados por vivir recurrentes crisis económicas que despojan y degradan la vida de millones de personas. Detener este vergonzoso derrotero es una responsabilidad de las distintas dirigencias políticas, empresariales, religiosas y sociales.
Invitado: José Vitar
Pobreza política
13 julio, 2021