Argentina sólo tenía por delante el acuerdo con el FMI como hecho central que iba a incidir en el desempeño de las distintas variables económicas. El país enfrenta un proceso inflacionario difícil de superar, una pobreza elevada cercana al 50% y una alta tasa de desocupación. Este año se presentaba como propicio para realizar algunos cambios necesarios en los subsidios a las tarifas que impacte positivamente en el gasto público y que termine exigiendo una menor necesidad de emisión monetaria, que es la madre de las causas de la inflación. El mundo se presentaba con complicaciones manejables, pero apareció un «cisne negro», un hecho imprevisto que no estaba en los cálculos de los analistas ni en los mercados. De pronto una guerra entre Rusia y Ucrania trastocó los precios de los productos estratégicos: como el gas, petróleo y commodities y el normal suministro de los mismos.
Invitado: Gustavo Wallberg
Las armas y la economía
1 marzo, 2022