La decisión de los hombres de vivir en sociedad tiene como finalidad la convivencia y la protección de unos a otros. Vivir en sociedad tiene un mensaje implícito que es que todos reconocemos la existencia del otro y que aquel tiene derecho a existir. La convivencia es el resultado inmediato de la decisión de congregarse en sociedades más o menos estables. Pero a lo largo de la historia hubo hechos y acontecimientos que demostraron que el hombre debe rechazar la tentación de intolerancia y violencia hacia los demás cuando estos pertenecen a una etnia o culto diferente. El Holocausto es el mayor de los ejemplos de este desarreglo de la razón y la máxima expresión de la degradación humana que la humanidad podía esperar. Debido a que el género humano no está inmunizado de repetir estos errores, es necesario contribuir con la convivencia pacífica, la tolerancia y la aceptación de la presencia de la diversidad sobre la tierra.
Armonía compatible
Invitado: Salomón Nussbaum
3 mayo, 2022