Alberto Fernández refuerza su estrategia de preservación: actos de gestión, anuncios de obras, fotos de cercanía con beneficiarios de programas del Gobierno y trabajadores. Y algo más: el foco puesto en la agenda internacional, mientras recae el costo público de la crisis en el equipo de ministros.
El Presidente sonreía en Luque, Paraguay, a pesar del desentendimiento con Uruguay por el avance del acuerdo de libre comercio con China. Fernández aseguró ayer que el mundo atraviesa su peor momento, cuando a la misma hora en la Casa Rosada se reunían los gobernadores Gildo Infrán, Omar Perotti y Sergio Ziliotto con el jefe de gabinete Juan Manzur.
Ya lo dijo Fernández días atrás en un asado en Pilar, para mostrarse como jefe debería ponerse por encima de Cristina Kirchner. Y por ahora él decidió no romper con la Vicepresidenta. Lo que sí pretende es mantener el liderazgo regional e internacional como presidente de la CELAC. Volvió a mostrarlo este jueves en territorio paraguayo, al reclamar por la paz mundial en la primera cumbre presencial del Mercosur después de dos años.
El discurso apuntó a la unidad regional. Pidió «no buscar soluciones individuales que son de corto aliento», en clara referencia a Luis Lacalle Pou, quien impulsa desde Uruguay un acuerdo propio con China. «Tenemos que estar más unidos que nunca, sino vamos a cometer el peor de los errores», le dijo a su par. Y aunque habló de las asimetrías que padecen los países miembros del Mercosur, sus dichos aplican perfectamente fronteras adentro de la Argentina.
Alberto Fernández a Lacalle Pou: «Tenemos que estar más unidos que nunca, sino vamos a cometer el peor de los errores».
Desde Paraguay, el Presidente siguió con preocupación los acontecimientos políticos y económicos argentinos. Debatió con Lacalle Pou y propuso un acuerdo comercial conjunto a nivel regional con Xi-Jinping. Pero también repitió que la crisis actual de nuestro país -económica y energética- se profundizó con la guerra en Ucrania que golpea a todo el mundo.
La «convulsión económica» de la que habló Fernández fue el tema de todas las mesas del día. Y también de los encuentros pasados. Como el de los ocho gobernadores que conversaron con la ministra de Economía Silvina Batakis esta semana, más los tres que participaron de la nueva ronda. ¿Quiénes? Los gobernadores de Formosa, de Santa Fe y el de La Pampa, quienes pasaron primero por el despacho de Manzur. Después cruzaron a Hacienda para hablar con Batakis sobre su plan y regresaron a la Casa de Gobierno para un tercer encuentro de alto voltaje político.
La excusa para la reunión vespertina convocada por el ministro del Interior Eduardo ‘Wado’ de Pedro fue el tratamiento en el Congreso de la Ley de Agroindustria. Se les sumó el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, pero no el ministro del área, Julián Domínguez, que tenía prevista una cumbre de la FAO en Roma.
De Pedro volvió a su despacho ayer, después de recuperarse de COVID. Tiene línea permanente con Cristina Fernández y con Máximo Kirchner, que sigue en silencio. Perotti, Insfrán y Ziliotto hoy son tres de los mandatarios con mayor peso en las provincias.
SCRUM A BATAKIS
Desde que asumió la ministra, en el oficialismo buscaron reforzar el respaldo político. Sólo esta semana pasaron por su despacho once gobernadores, además de intendentes bonaerenses oficialistas. Esa foto llevó a uno de los más fuertes opositores del Conurbano bonaerense, Néstor Grindetti, a pedir urgente una reunión para conversar sobre la situación económica.
«Los vecinos de Lanús sufren las mismas consecuencias que el resto del Conurbano», reclamó el intendente del PRO.
Para los dirigentes opositores (y también para los oficialistas) los anuncios de Batakis resultaron insuficientes. La decisión de un dólar diferencial para atraer al sistema oficial las divisas que ingresan los turistas no calmó a los mercados, sino todo lo contrario.
La ministra de Economía, que se reparte entre las reuniones políticas y las técnicas para analizar y poner en marcha medidas, volvió a dar un panorama sombrío a sus pares del gabinete económico esta mañana. Repitió que es un bimestre muy duro. Se espera con gran expectativa otra batería de anuncios.