La dirigencia política tiene la responsabilidad, más que los ciudadanos, de respetar las reglas de juego del sistema democrático. Los ciudadanos deben exigirles y controlar que el comportamiento de sus representantes esté sujeto a las pautas y procedimientos que rigen en la Democracia. Es un ejercicio permanente de mesura, formalidad y prudencia que asegura el orden social y la pacífica convivencia.
Invitado: José Ascárate
Virtudes democráticas
9 agosto, 2022