Las operaciones de triangulación del comercio exterior cayeron un 20% en lo que va del mes luego de la advertencia del ministro de Economía, Sergio Massa, de que el Gobierno denunciará ante la Justicia de los Estados Unidos a las empresas que encuentre sobrefacturando importaciones.
Según datos que manejan en los despachos oficiales, sobre 1000 empresas testigo, más de la mitad (579 en total) triangularon sus operaciones de comercio exterior entre China (el lugar de origen de las mercaderías), la Argentina (el destino final) y los Estados Unidos, Hong Kong, Panamá y/o Uruguay (donde se producía la facturación) para abonar menos impuestos. En promedio, entre enero y julio habían sido 717 las compañías que triangularon.
En el Gobierno atribuyen la merma en estas operaciones de comercio exterior a la mayor percepción de riesgo que tienen las firmas privadas frente a una posible denuncia por presunto lavado de dinero.
Si bien en las oficinas públicas explican que una triangulación «no es un delito en sí mismo» y es «habitual», entienden que en muchas ocasiones se utilizan para complicar la trazabilidad y sobrefacturar las importaciones -que sí es un delito-, por lo que las empresas pueden acceder al dólar oficial en mayor cantidad que lo realmente necesario para la producción y demanda de bienes y servicios.
La primera denuncia formal en los Estados Unidos fue a NRG, que producía arena para el fracking de Vaca Muerta y habría sobrefacturado u$s 12 millones.
FUNCIONARIOS QUE NO FUNCIONAN
A mediados de junio, Guillermo Michel asumió en la Aduana en reemplazo de Silvia Traverso, con una impronta de mayor control en el comercio exterior.
Por esos días, la vicepresidenta Cristina Kirchner denunció un «festival de importaciones» y habló del «deporte nacional» de apoderarse de las reservas del Banco Central (BCRA).
La ex presidenta también criticó por ese entonces la sumatoria de trabas para conocer datos del mercado, como el secreto fiscal, el secreto bancario y bursátil, lo que activó también el desplazamiento de Adrián Cosentino en la Comisión Nacional de Valores (CNV) y su reemplazo por Sebastián Negri.
Y es recordada su frase sobre los «funcionarios que no funcionan«. El área de comercio exterior estaba en la lupa del kirchnerismo y Ariel Schale, a cargo hasta principios de este mes de la Secretaría de Industria y Gestión Comercial Externa, era uno de los apuntados.
Un caso que resonó fue la compra de un yate por parte del empresario Nicolás Caputo a dólar oficial, gracias a que la posición arancelaria tiene Licencia Automática. Esto se corregirá en las próximas horas y, como el whisky, los aviones de lujo y máquinas tragamonedas -entre otros bienes- pasarán a Licencias No Automáticas (LNA), por lo que la habilitación pasará a quedar bajo la mira de la Secretaría de Comercio que conduce Matías Tombolini.
Ahora en el Gabinete Económico intentan exhibir mayor coordinación. En el mismo tren de controlar las importaciones y que no salgan los dólares «baratos» (reconocimiento implícito de que el oficial está atrasado respecto a lo que el mercado considera el «equilibrio) del país, en el Gobierno también se enfocaron en las operaciones de Zona Franca, que treparon de 363 millones de dólares en el primer semestre de 2021 a u$s 781 millones (un 115%) en el mismo período de este año. La maniobra de sobrefacturación de importaciones de barbijos ocurrió en una Zona Franca.