Las vallas y el «operativo limpieza» ordenado por el Gobierno porteño incluyó el uso de camiones hidrantes. Uno de ellos llegó a la zona de las calles Juncal y Uruguay, muy cerca de donde se encuentra el departamento de Cristina Fernández de Kirchner, y se encontró con una barrera humana que lo terminó por desplazar del lugar.
Las manos de los manifestantes se apoyaron en el paragolpes del camión para pecharlo y así retirarlo. El dirigente sindical, Juan Grabois y los diputados Natalia Zaracho y Federico Fagioli se sumaron para que el camión hidrante saliera de la zona.
El operativo limpieza comenzó el viernes en la noche cuando 20 personas trabajaron barriendo la zona. Se incluyeron además camiones como el hidrante que generó el rechazo de los manifestantes. En el mismo lapso se colocó el vallado que circunda el departamento que tiene la Vicepresidenta en la zona de Recoleta.
Las explicaciones oficiales fueron que se trató de una medida tomada para preservar a los vecinos del lugar quienes no podrían descansar por los ruidos constantes de los manifestantes.
Tras pechar y gritar el camión retrocedió. La policía también intervino. Y los manifestantes lo despidieron con cantos y aplauzos.