Este 2 de septiembre se celebra en Argentina el «Día de la Industria». En esta ocasión, se pensó llevar a cabo un acto en Neuquén en el cuál autoridades del gobierno, se esperaba que participara el presidente Alberto Fernández, y del sector hablarían sobre la oportunidad de crecimiento de la industria argentina, en particular, y del país, en general. Sin embargo, el ataque a la vicepresidenta Cristina Kirchner modificó todos los planes.
En ese sentido el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja comenzó su discurso explicando que el evento se preparó durante varios meses con mucho optimismo y con la intención de hablar sobre el país que se puede tener y construir. «Las circunstancias nos reúnen en otro momento, pero quisimos estar acá para dar testimonio, para reflexionar, mirar y aunar esfuerzos para una mayor producción y mayor horizonte para Argentina», subrayó.
«Lamentablemente, no podemos tener una celebración. Hemos venido a dar testimonio de nuestra preocupación, nuestro repudio y nuestra condena a lo que ocurrió en el día de ayer», sentenció. «Le podría agregar sorpresa. Sorpresa, porque después de casi 40 años de democracia lo que paso anoche fue un salto al pasado, pero no puede ser un salto al vacío», aseveró.
Antes de concluir su mensaje, Funes de Rioja repitió que Argentina tiene que ser un país de paz, de construcción de consensos y de búsquedas de políticas de Estados que unan de cara al futuro. «No nos merecemos que ocurra algo tan grave», finalizó.
Por su parte, el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, señaló que la idea del evento era «construir patria con justicia social, federalismo y con descentralización». Igualmente, adelantó que el próximo martes habrá una conferencia de prensa para plantear el plan de desarrollo de la UIA para el país.
En esa línea, Gutiérrez dijo que desde el gobierno provincial presentaron un plan de desarrollo de Vaca Muerta al 2030, un plan de desarrollo de la provincia al mismo año, un plan de desarrollo ganadero y de desarrollo turístico. «La planificación permite articular, armonizar las variables, sindicales, laborales, sociales y empresariales para evitar contratiempos y propiciar consensos y acuerdos», destacó.
Al igual que Funes de Rioja, condenó el intento de magnicidio contra la Vicepresidenta y pidió vivir en armonía y tranquilidad. Incluso, justificó los saludos posteriores al ataque argumentando que «no tenía una conciencia cabal de todo lo que estaba pasando». «No se dio cuenta que habían intentado matarla», aseguró.
«Rechazamos lo acontecido y pedimos por el esclarecimiento de las causas de cómo se desarrolló, quién lo hizo y para qué», concluyó.