EDITORIAL

Se detuvo el tiempo

6 septiembre, 2022

No hay seguridad perfecta, pero hay sistemas de seguridad que pueden ser más o menos imperfectos. La baja eficiencia que demostró la seguridad de la Vicepresidenta Cristina Fernández, cuando atentaron contra su vida, enfrentó a la República a la conmoción institucional y al desorden social. Argentina fue noticia mundial y el país volvió a ser mirado como una democracia de baja intensidad. El daño producido es enorme.