Ejemplaridad. Encontró $ 2 millones en la calle, buscó a sus dueños y se los devolvió

En ocasiones, las personas demuestran tener un gran sentido de responsabilidad y honestidad a través de gestos que le cambian la vida a terceros que se encuentran con escenarios desfavorables. Este fue el caso de Matías Pauluch, un joven que vive en Leandro Alem, Misiones, y que encontró un bolso en la calle con casi $2.000.000. Rápidamente, se puso en campaña para ubicar al dueño y, una vez que lo hizo, no quiso aceptar una recompensa. La historia se viralizó no solo por su accionar sino también por el motivo en el que va a ser usado el dinero.

“Estaba cerca de una parada de colectivo cuando vi que a una pareja se le cayó el bolso mientras se trasladaban en moto con un niño y no se dieron cuenta. Lo busqué y cuando lo abrí me tomó por sorpresa. Además de unos accesorios de bebé, había mucha plata”, expresó el joven.

Con un gran temor por el contenido que tenía en las manos, lo primero que hizo fue ir hasta una estación de servicio que estaba a pocos metros y allí les preguntó a los empleados si sabían quiénes eran aquellas personas que se fueron en una moto. Afortunadamente, uno de ellos le facilitó los datos de dónde vivían.

Sin dudarlo, fue hasta el lugar, los encontró y les explicó la situación: “Los noté preocupados, en estado de shock, creo que ya estaban resignados. Cuando me vieron fue un alivio”. En la conversación que tuvo, el matrimonio le dijo que el efectivo era suyo y lo consiguieron tras vender un vehículo y una chacra para poder pagarle un tratamiento a uno de sus hijos.

Luego de intercambiar algunas palabras, y desbordados por la emoción, Matías obtuvo una respuesta que jamás imagino: le ofrecieron $10.000 de recompensa. Sin dudarlo, les agradeció pero no los aceptó: “Tengo una nena de 6 años y también sé lo que es tener un hijo. Gracias a Dios ella se encuentra sana, pero entiendo el momento que están pasando”.

Los principios que lleva en su día a día y el ejemplo que representa

La acción de Pauluch tuvo una gran repercusión entre en la ciudad donde vive: por un lado estuvieron quienes lo felicitaron por lo que hizo y, por otro lado, los que le preguntaron por qué no se quedó con el bolso en cuestión.

“Todo se lo debo a mi mamá”, aseguró el joven al hablar de los valores y la empatía por el prójimo que le inculcó desde pequeño.

Si bien esta anécdota puede sorprender a muchos, Matías contó que está acostumbrado a vivir situaciones similares. “Trabajo en un boliche y es normal encontrarme con celulares de alta gama y billeteras y siempre devuelvo todo”, remarcó.

Con la capacidad de ponerse en el lugar del otro y un gesto que conmovió no solo a una familia entera, sino a toda una comunidad, el joven logró un reconocimiento inesperado.