El recrudecimiento del conflicto del neumático le está generando cada vez más dolores de cabeza al Gobierno y ya son varios los dirigentes de peso en la Casa Rosada que presionan al ministro de Trabajo, Claudio Moroni, para que interceda con medidas fuertes contra el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna), que mantiene parada la producción de ese insumo clave para la industria automotriz por un conflicto gremial con los fabricantes.
Algunos funcionarios del Gobierno creen que la actitud conciliadora de Moroni no le permitió ver que el conflicto se agravaba y las consecuencias no paran de empeorar: hay 5 mil puestos de trabajo afectados en la industria del neumático y 70 mil en la automotriz. Además, se calcula que desde que empezaron a faltar cubiertas se dejó de exportar autos por 250 millones de dólares.
A contracara, su par de Economía, Sergio Massa, lanzó una fuerte advertencia: “si mañana (por este miércoles) eventualmente no se resolviese el conflicto, vamos a habilitar a las empresas fabricantes como importadores habilitados de emergencia y les vamos a habilitar la posibilidad de importar todos los neumáticos que necesiten para abastecer a las automotrices con un mecanismo de emergencia de pago, a los efectos de que no se detenga todo el sector automotriz y autopartista, y que no extorsionen al sector sobre la base del conflicto”.
La respuesta por parte del titular del Sutna, Alejandro Crespo, no tardó en llegar y redobló la apuesta en una conferencia de prensa el martes por la noche: “En la reunión en Economía se escuchó solo a las patronales. Es una amenaza a todo el movimiento obrero”.
“Es de las patronales la responsabilidad de la falta de cubiertas porque el pedido es moderado: somos 5000 familias del sector y costaría para el país un esfuerzo económico mucho menor dar el aumento”, añadió sin expectativas de una solución en el corto plazo.
Este martes también se supo que Toyota paralizará la producción en su planta de Zárate en las próximas horas debido al faltante, sumándose así a Ford, que el lunes paralizó sus dos turnos de producción en su planta de la localidad bonaerense de General Pacheco. Y se espera que si el conflicto no se resuelve en las próximas horas, otras grandes empresas del sector corran la misma suerte.
Tras no llegar a un acuerdo en la reunión que mantuvieron el lunes en el Ministerio de Trabajo, las empresas productoras de neumáticos y el Sutna entraron en un cuarto intermedio hasta las 14 de este miércoles, cuando se encontrarán nuevamente.
Ayer por la tarde, en paralelo, hubo una cumbre automotriz con la UOM, SMATA y ADEFA para dar una demostración de fuerza al dirigente gremial ligado a la izquierda que conduce el SUTNA y que por la pretensión de cobrar al 200% las horas extras está paralizando toda la industria.
El freno en la producción arrancó en la fabricante nacional Fate el viernes y se extendió a la multinacional japonesa Bridgestone, que el último sábado efectuó un cierre “temporal” de sus operaciones en la Argentina. Por la noche hizo lo propio la italiana Pirelli.
Al parar la producción resultan afectados los proveedores de autopartes, que deben detener el envío de productos; los operarios de la fábrica, que sufren suspensiones; y los concesionarios, que tienen cada vez menos autos para vender.
La Argentina también pierde un fuerte ingreso de dólares: casi todos los modelos mencionados se exportan a distintos mercados de la región. Además, los autos (y camiones, especialmente) en circulación no pueden renovar sus neumáticos, lo que implica un peligro para la seguridad vial.