La decisión del Gobierno de incluir algunos artículos escolares que se suelen importar en la lista de productos de licencias no automáticas (LNA) podría complicar el stock de la canasta escolar 2023.
Así lo advierten desde la Cámara de la Industria de Artículos de Librería (CIAL). Primero presentaron una carta ante la Secretaría de Comercio alertando sobre esta situación. Ahora dicen que “es probable que informen al Ministerio de Educación para que intervenga”. En diálogo con Clarín, explicaron cuáles son los elementos básicos que podrían faltar el año que viene.
“Los artículos que seguramente no se consigan van a ser los relacionados con la escritura. Esto tiene que ver con que hace tiempo que no se producen en Argentina ni lápices ni biromes”, confirman desde la CIAL.
La lista arranca con lápiz negro común, lápiz mecánico (el que tiene mina recargable) y lápices de colores, que normalmente se suelen importar de Brasil, Alemania o Japón, dependiendo de la calidad.
Le siguen las biromes clásicas y las lapiceras estilográficas (con cartucho), que en general se traen de Brasil o Colombia, según detallan desde la CIAL.La canasta escolar puede verse afectada en los próximos meses
Los marcadores, negro y de colores, se suman entre los faltantes, que se importan de China y Japón. A esto se suman útiles de dibujo como algunas témperas de colores, que llegan de Brasil, Alemania o Inglaterra, según la calidad.
Las dificultades también alcanzarían al papel. “Argentina no produce el 100% del papel que utiliza. En este sentido, es que puede que no contemos con el papel que se necesita para los cuadernos”, destacan.
En esta misma línea y si el conflicto no se resuelve en el corto plazo, podrían faltar hojas de carpeta y cartulinas.
“Los elementos de geometría se compran generalmente de China, las tanto las reglas como las escuadras. Lo mismo ocurre con los correctores líquidos y los borratintas. Si no los adquirimos afuera, no los vamos a tener”, aseguran.
La típica mochila con carrito no se conseguirá fácilmente. “Con ese artículo también se nos puede complicar ya que lo solemos importar de China o India”, agregan.Los elementos de geometría figuran entre los que pueden verse acotados.
Desde la cámara explican que con la Resolución 26, publicada en el Boletín Oficial el lunes, «ya son cerca de 4.500 los productos que requieren de una autorización especial para ingresar al país y que hay unos 100 que pertenecen al rubro librería«.
“En total, de los 25 artículos que suelen formar parte de la canasta escolar, unos 20 están alcanzados por esta determinación”, sostienen de la CIAL.
Explican que, para traer estos productos a la Argentina, hay que realizar un trámite y pedir un permiso “que demora 90 días”.
“A eso, debemos sumarle los tiempos logísticos. Con las nuevas reglas no llegamos con los plazos a conseguir todo lo necesario para el ciclo lectivo 2023”, agregan.
Es por esto que el martes enviaron una carta al secretario de Comercio de la Nación, Matías Tombolini, en la que explicaron las dificultades asociadas a la decisión oficial y pidieron que se reconsidere la situación.
Qué dice la carta
Desde la CIAL destacan que dicha Resolución los sorprendió «toda vez que en estos momentos el sector se encuentra en pleno proceso de reabastecimiento de los canales comerciales que habrán de garantizar una adecuada disponibilidad de los instrumentos y los materiales imprescindibles para el inicio y desarrollo de la actividad escolar, etapa conocida como ‘vuelta al colegio 2023′ para el cual ya se han fijado fechas”.
“Del análisis del Anexo I de la Resolución de referencia se anticipan ya procedimientos administrativos que, debido a los tiempos que demandan, alteran el proceso logístico que en la mayoría de los casos se define al cierre de Expopapelería 2022 (fin de septiembre) para que, ya en el mes de marzo de 2023 la cadena comercial disponga de los productos necesarios para la actividad escolar”, advierte el texto, en el que enumeran parte de los artículos sobre los que impacta la medida.
En la carta, también señalan que no pueden comprender que, a la hora de considerar qué artículos requieren permiso especial, «se mezclen ´hidrolavadoras, palos de golf y patines de hielo´ con útiles escolares fundamentales para la educación».
En tanto, dicen que entienden que la nueva regulación apunta a fortalecer las operaciones de importación que requieren los sectores productivos para sostener y/o aumentar los niveles de la producción y el empleo pero que están convencidos de que la educación no interfiere ni limita la producción o el empleo.
Por esta razón es que señalaron que «es probable que la semana próxima se le informe al Ministerio de Educación con la intención de que intervenga«.