Categorías
Noticias Política

Juez le marca la cancha a Macri

Cuando hace un par de semanas Rodrigo de Loredo encabezó una concentración en la Ciudad Universitaria de Córdoba capital, su compañero de ruta, Luis Juez, no tardó en definirla como “un actazo”. No le faltaba razón al senador, ya que el diputado había congregado a una parte importante del radaicalismo nacional y también a reconocidos referentes provinciales y locales, nucleados en el Frente Cívico, el PRO y la Coalición Cívica, entre otros.

Ya lanzado Juez como candidato a gobernador, De Loredo dejó claro con esa manifestación que todavía no hay dar por cerrado nada. Él trabaja para ser candidato a intendente de la ciudad de Córdoba, pero tampoco le disgustaría dirimir con Juez, quién ocupará el primer lugar en la lista de la elección provincial del año que viene.

Quién postula. Ahora, Juez vuelve a provincializar esa decisión. “Los candidatos de Córdoba no serán elegidos por gente de afuera”. No hizo otra cosa que marcarle la cancha a Mauricio Macri —quien eligió a voluntad a los candidatos de su frente electoral en repetidas ocasiones— y también a los popes nacionales del radicalismo, con Enrique ‘Coti’ Nosiglia a la cabeza.

En el círculo rojo cordobés dijeron que a la presencia de Nosiglia hay que interpretarla como un apoyo irrestricto a De Loredo.  “Es más, parecieron decirnos con eso que los gastos de la campaña electoral no significarán un problema”, apuntó un veterano caminante de los pasillos del poder. En Juntos por el Cambio insisten en dar como posibilidad “la fórmula conjunta”, aunque Juez dice que él acepta siempre que su apellido esté inscripto en el primer lugar. De Loredo tampoco descarta esa ingeniería electoral, pero no da demasiadas pistas sobre el ordenamiento final. Lo cierto es que Macri y toda la primera línea del radicalismo nacional quedó cruzada por el senador, cuando recordó cómo se elegirán los candidatos en el distrito cordobés.

Allegados a Juez descalificaron las versiones que hablan de enfrentamientos con su compañero de ruta y comentaron que la definición se dará una vez que el gobernador Juan Schiaretti difunda la fecha de la elección y todo el cronograma electoral.

Viene Quirós. Y con algunos hechos, los voceros juecistas confirmaron su alineamiento con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta: en los próximos días llegará a Córdoba Fernán Quirós, secretario de Salud de la ciudad de Buenos Aires.

Será la segunda visita de un hombre muy ligado a Larreta, ya que hace una semana estuvo en Córdoba el especialista en Seguridad Eugenio Burzaco, exfuncionario de Patricia Bullrich y creador de la Policía Metropolitana de Caba.

Si De Loredo opta por inscribir su apellido en una boleta provincial, queda libre el camino a la puja en la ciudad de Córdoba. Hasta ahora, hay algunos inscriptos como Juan Negri y Diego Mestre, ambos radicales, y dirigentes del PRO como Javier Pretto y Soher El Sukaría. Por el momento, ninguno de los anotados deslumbra a las estructuras de decisión de Juntos y apuestan, al menos, a buscar “un tercer hombre”, que bien podría ser un extrapartidario “no contaminado con los vicios que siempre mostramos los militantes”, según las palabras de otro dirigente con larga trayectoria dentro del radicalismo.


En el campamento oficialista, el intendente de Córdoba no tiene quién le haga sombra en su carrera interna por convertirse en candidato a gobernador. Hay total consenso para ungirlo candidato y en breve se repetirán algunas manifestaciones públicas de Schiaretti, en las que elogiará al dirigente de San Francisco y lo posicionará como su sucesor.

La buena onda entre el jefe del Ejecutivo provincial y el titular del Palacio 6 de Julio no se traslada en forma directa a las segundas y terceras líneas. Allí hay choques recurrentes sobre cómo encarar la campaña electoral, hecho que no es nuevo, pero cuya reiteración lo ha convertido en algo preocupante. Lo reconocen en las filas del jefe del PJ y del intendente.

Por el momento, Llaryora seguirá haciendo su carrera solo, es decir, que no se mostrará al compañero de fórmula, al que Schiaretti tiene bien oculto o bien no lo ha definido.

Las definiciones en la oposición también serán determinantes para resolver el dilema que falta: el cronograma electoral, que tiene a la fecha de los comicios provinciales como estrella absoluta de esta novela. Cerrada la posibilidad de la re-reelección de los intendentes del interior, la carrera del gobernador pasa por sostener las aspiraciones de Llaryora y comenzar a mostrarse como dirigente nacional.

Tras algún tiempo de recorridas fuera de Córdoba, a fin de año decidirá si asume el riesgo de sumarse a alguna fórmula presidencial.

De todos modos, deberá tutelar la evolución de las internas de su partido en toda la provincia, porque sin el conductor natural los desajustes pueden multiplicarse. Al menos esa es la impresión que dicen tener los escuderos de Schiaretti, un hombre que está cada vez más cerca de adoptar decisiones trascendentales para el futuro inmediato de Hacemos por Córdoba. Todo lo que defina, será en soledad y tras algunos chequeos con su círculo ultra íntimo. Sabe que, en cualquier caso, estará tomando un riesgo serio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *