La sexualidad es un aspecto central en las vidas de las personas. No se trata solo de tener relaciones sexuales sino que comprende también la capacidad de crear vínculos, la orientación sexual, la identidad o expresión de género y el erotismo.
Esta charla con las sexólogas Viviana Wapñarsky y Silvina Valente es la segunda entrega de “Rompiendo Tabúes” una serie de notas que buscan hablar sobre aquello que muchas veces fue silenciado.
¿Los hombres siempre tienen ganas?
Las cuestiones que tienen que ver con ‘el deber’ en la cama son muchas, pero una de las que más se habla en los consultorios es si los hombres siempre tienen ganas de tener sexo. “Esto creo que es una exigencia, una obligación y el deseo no aprende de exigencias ni de obligaciones, sino que nace de una búsqueda”, explica Silvina Valente (MN87798), médica ginecóloga y sexóloga clínica.
Viviana Wapñarsky, psicóloga y sexóloga clínica sostiene por su parte que ”hay muchos mandatos culturales que obligan al hombre a decir que siempre tiene ganas y la verdad es que no pasa eso. En el consultorio, vemos muchos hombres que no quieren, pero se sienten obligados a cumplir”.
Para entender de qué se trata el “tener ganas” Valente advierte que la sexualidad tiene varios pasos: “Uno es aprender a sentir, sentir con uno mismo, que es lo más importante. Aprender a ver qué siente el otro y no creernos egoístas solamente por sentir nosotros”.
“Saber lo qué nos gusta es el primer camino para desear, saber cuándo queremos hacerlo y cuándo no queremos hacerlo, también. Es un camino, respetar al otro, interpretar al otro, poder preguntarle y que nos pregunten”, indica.
Fantasías en la cama
“Si yo estoy fantaseando con Brad Pitt – que ya todo el mundo que me conoce sabe que lo uso de ejemplo – ¿Le estoy siendo infiel a mi marido?, ¿Le tengo que contar esto?”, pregunta Valente.
Para responder esta cuestión, Wapñarsky explica que las fantasías nos acompañan toda la vida: “Cuando las podemos incorporar en un encuentro sexual, lo van a enriquecer muchísimo sin dejar de lado a la persona con la que estamos en la cama. Estamos fantaseando con esa persona, estamos jugando un juego con esa persona”.
Al planteo de la fantasía se suman los beneficios que puede tener en el encuentro sexual. “Nos ayudan a sentir más, a que disfrutemos nosotros y nuestra pareja. La recomendación es no preguntar porque no sabemos en quién puede estar pensando la otra persona y no importa, porque lo estamos disfrutando nosotros”, destaca Valente.
¿El sexo siempre tiene que ser espontáneo?
Ambas sexólogas coinciden en que por el ritmo de vida que llevamos es necesario poner el sexo en agenda.
Hoy por hoy, no tenemos casi tiempo de hacer todas las cosas que nos proponemos hacer en el día, y encima “tenemos que tener sexo”. Las dos profesionales se preguntan ¿cómo hacemos además de trabajar, cuidar de los chicos e ir al gimnasio para tener ganas de tener sexo?.
La respuesta de las especialistas es sencilla: “Tenemos que tener alguna estrategia, pero lo primero que tenemos que saber es que el buen sexo no es espontáneo sino que se planifica”.
Wapñarsky alienta a que las parejas dispongan de un momento para el sexo: “Siempre digo que el sexo se tiene que poner en agenda porque sino cómo vamos a tener un lugar para relajarnos y disfrutar. Tal vez si lo planeamos, podemos tener un buen encuentro, una cita con la otra persona”.