El 2022 cerró con un récord de 288 homicidios en el Gran Rosario, y los números de enero anuncian un nuevo año salpicado por la violencia narco en una de las ciudades más importantes del país. Así, en lo que va del mes ya hubo 19 crímenes y la mayoría fueron cometidos con el sello del sicariato. Esa cifra supera sensiblemente a la de femicidios: fueron 17 las mujeres asesinadasen todo el país en los primeros 30 días de este 2023.
En Rosario, la virulencia de los enfrentamientos entre bandas que se disputan el territorio no augura un buen pronóstico. El Ministerio de Seguridad de Santa Fe y los principales actores del Ministerio Público de la Acusación (MPA) estiman que el 2023 marchará en la misma senda o, incluso, que podría superar la cantidad de crímenes del año pasado, aunque el número fue, hasta la fecha, sensiblemente menor (24).
Ante ese escenario, el secretario de seguridad Pública de Santa Fe, Claudio Brilloni, aseguró: “Estamos haciendo todos los esfuerzos para revertir esta situación”. Sin embargo, reiteró el reclamo al Gobierno: “Necesitamos más ayuda de Nación”. Con el nuevo cambio de jefe de policía (Adrián Galigani reemplazó a Margarita Romero), se sumaron otros 700 agentes a Rosario.
Antes de fin de año, con el envío de 200 gendarmes, se completó el cupo de mil oficiales que integran el Comando Unificado de las fuerzas federales en el territorio. La medida, dispuesta por el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, demostró no ser suficiente para contener la violencia creciente. Para Brilloni, la dinámica que adquirieron los actores del narcotráfico en las cárceles provinciales y federales, y la alta circulación de armas y municiones, están íntimamente ligadas al fenómeno.
La policía acordona la escena de un doble crimen
Ocho de cada diez homicidios se cometieron con armas de fuego. Más de la mitad, se comprobó, fueron por encargo.
En la misma línea, el fiscal Pablo Socca advirtió que gran parte del problema tiene su génesis en las prisiones, desde donde se ordenan la mayoría de las balaceras y extorsiones. Para tener una idea de la cantidad de tiroteos que se registran diariamente en las calles de Rosario, muchos de los cuales terminan con heridos de bala y víctimas fatales, solo en agosto se contaron más de 100.
“Esas son solo las que quedan registradas, pero sabemos que hay más, que no se denuncian por temor o connivencia”, dijo el funcionario del MPA, quien cree que esa situación continuará con una tendencia ascendente.
La comparación de hechos de extorsiones y amenazas entre 2022 y 2021 muestran el crecimiento de la industria de la violencia que, en Rosario, está íntimamente ligada al crimen organizado. En agosto, septiembre y octubre de 2021, se registraron 137 amenazas y extorsiones, respectivamente. En 2022, se abrieron 223 investigaciones por los mismos delitos en ese mismo periodo de tiempo. Ahora se suman los ataques con bombas molotov.
“Hay que sacar los celulares de las prisiones”, reitera Socca. Otros fiscales provinciales, en tanto, coinciden que es necesaria laimplementación de un plan para alejar a la población más joven del consumo y de la industria narco, para la que representan mano de obra barata.
“La respuesta puramente punitoria no funciona. Hay que darles una salida. Se necesita una inversión fuerte para revertirlo. La corrupción policial y la connivencia política son parte del problema. Este año va a haber elecciones y en todos los barrios, los punteros políticos de todos los colores son personas vinculadas con los narcos”, apunta otro representante del Ministerio Público Fiscal que pide poner la lupa sobre el presupuesto de Santa Fe.
Los agentes de la Agencia de Investigación Criminal en la escena del crimen
En 2023, por primera vez, el presupuesto para esa provincia supera el billón de pesos. El gobierno de Omar Perotti contó, además, con partidas de emergencia para Seguridad enviadas por Nación en marzo de 2022 de tres mil millones de pesos. En octubre, de ese dinero, solo se habían utilizado 1,6% (54 millones de pesos).
“No se está haciendo el trabajo de base para que la situación cambie. La tasa de homicidios de Rosario (22,6 cada 100 mil habitantes) desentona con la de Argentinay ya es similar a la de Brasil y los factores que no se trabajan son muchos: la edad promedio de inicio de consumo en los barrios vulnerables es de 10 años. Esos chicos a los 13 años están tirando tiros por una bolsa de cocaína. Esa es la vida que viven y que quieren vivir”, agrega el funcionario.
El “delivery” de sicarios rosarinos es otro fenómeno que los investigadores miran con preocupación. “Ya tuvimos dos homicidios en provincia de Buenos Aires y un triple crimen en Paraná con killers rosarinos. La mecánica es la misma: contratan a alguien de la cárcel que manda a sus pibes a matar”, resume el fiscal con amplia experiencia en la investigación de los crímenes mafiosos en la ciudad portuaria.