En medio de la incertidumbre en torno a la concesión de Edesur, su dueño, el grupo Enel, ya empezó a concretar su salida de la Argentina. Le vendió a Central Puerto, el grupo nacional que encabezan Guillermo «Willy» Reca y Carlos Miguens-Bemberg y Eduardo Escasany, sus participaciones en en las centrales Costanera (76%) y Dock Sud (72%). El monto total de la transacción fue de u$s 102 millones, entre ambas operaciones (u$s 48 millones por Central Costanera y u$s 54 millones por la tenencia en Dock Sud).
De esta forma, Enel, que había anunciado en noviembre la venta de sus activos en el país, da el primer paso de su salida de la Argentina, en momentos en los que su principal empresa, la distribuidora Edesur, está en el ojo de la tormenta, por las interrupciones del servicio eléctrico que hubo debido a las altas temperaturas de esta semana. La italiana había tomado la decisión de vender sus activos en mercados «no estratégicos» -entre ellos, el local- para reducir su deuda, de 24.000 millones de euros.
A inicios de este año, el CEO de Enel, Francesco Starace, declaró que el grupo italiana deja la Argentina porque «tiene la regulación más bizarra del mundo».
Ubicada en la Costanera Sur de la Ciudad de Buenos Aires, Generación Costanera -como enel había rebautizado a la ex Central Costanera- se consolidó como la planta de generación térmica más importante de América del Sur. Tiene 11 unidades generadoras -de ciclos convencionales y combinados-, con 2324 megawatts (Mw) de capacidad instalada. Genera la energía demandada por 3,5 millones de hogares en todo el país, equivalente al 6% de la potencia instalada total del Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Los italianos tenían el 75,68% de sus acciones.
Por su parte, lo que se vendió de Central Dock Sud fue el 57,14% que Enel tenía en Inversora Dock Sud, dueña del 71,78% de las acciones de la generadora. En términos directos, representa el 40% de la empresa, en la que otro 40% está en manos de YPF y el 20%, de Pan American Energy (PAE).
En su información a CNV, Central Puerto aclaró que el precio de esta transacción (u$s 54 millones) «todavía está sujeto a ciertos ajustes acordados entre las partes, a producirse entre la firma y el cierre de la transacción». Agregó que ese closing, todavía, depende «del cumplimiento de ciertas condiciones precedentes».
Según informó en su comunicado global, Enel espera que la operación se concrete antes del 31 de marzo próximo.
Por lo pronto, se informó que, en el directorio de Generación Costanera, ya renunciaron todos los representantes de Enel y los reemplazaron hombres del nuevo comprador.
Sólo con esa adquisición, Central Puerto pasará a ser el mayor generador de energía eléctrica del país.
«Al tomar posesión de Central Costanera, Central Puerto sumará una potencia instalada de 2305 Mw a sus ya 4809 Mw, y así, aportará un total superior a los 7100 Mw al Sistema Argentino de Interconexión (SADI)», precisó la empresa, a través de un comunicado. Agregó que, junto a sus activos actuales, alcanzará una participación del 17% de la potencia de generación total de la Argentina, a los que habrá que sumar otros 150 Mw en construcción.

«Actualmente, la planta de Costanera está constituida por seis unidades de turbovapor, con una capacidad instalada de 1140 Mw de potencia, y dos unidades de ciclo combinado de 315 Mw y 850 Mw. A esto, se suman 35,6 Mw en relación con la compra de motores provenientes de la central hidroeléctrica El Chocón», añadió. La adquisición de esos motores se valuó en u$s 600.000.
«El valor de Central Costanera no radica únicamente en las máquinas, sino también en lo que representa la gestión unificada de activos de generación en los que Central Puerto posee amplia experiencia técnica y de operación, destacando estos puntos como sólo algunas de las ventajas que esa sinergia representa para nosotros», declaró Gabriel Ures, director comercial de Central Puerto.
«Todo ello hace que el costo de la adquisición no refleje en su exacta magnitud el enorme potencial de crecimiento de Central Costanera y la gestión de costos eficiente que puede producirse por las sinergias enunciadas», concluyó.

Por su parte, Fernando Bonnet, gerente general de Central Puerto, afirmó: «Para Central Puerto, la adquisición de Central Costanera representa una gran oportunidad de inversión. Producto de su política global de descarbonización y la decisión estratégica de vender sus activos en el país que se desprende de la presentación del Plan Estratégico efectuado en noviembre de 2022, Enel dio prioridad al cierre del proceso de venta de sus activos de generación térmica. Esto nos permitió adquirir activos con un alto potencial a un precio que representa una oportunidad única para nuestra compañía».
Central Puerto tiene 14 plantas de generación y más de 1000 empleados. En noviembre, experimentó una reorganización accionaria, tras la salida de Nicolás «Nick» Caputo del grupo de control de la empresa. Tras esa operación, la empresa inició un camino de expansión de negocios, cuyo primer paso fue la compra de los activos forestales de la chilena Masisa, en diciembre (u$s 70 millones).
Por su parte, Enel concreta así la primera venta de sus activos en el país, tal cual había anunciado en noviembre. Se desprendió de sus generadoras térmicas y, en este segmento, conserva la hidroeléctrica El Chocón, en Neuquén, con una capacidad de 1328 Mw. Sus otros activos locales son Enel X (energías alternativas), sus unidades de comercialización y transporte de electricidad, y Edesur, concesionaria de distribución eléctrica de la zona Sur del AMBA, con más de 2,5 millones de usuarios cuya intervención -y eventual expropiación- debatió el Gobierno en la última semana.