Vladimir Putin brindó este martes su esperado discurso del estado de la nación, en el que prometió continuar con la guerra en Ucrania, de la que se cumple este viernes un año, y acusó a la OTAN de avivar las llamas del conflicto con la creencia de que podría derrotar a Moscú en un confrontación mundial.
«Hace un año, se tomó la decisión de celebrar una reunión para proteger a la población de nuestras tierras históricas, garantizar la seguridad de nuestro país y eliminar la amenaza del régimen neonazi de Kiev«, dijo el presidente ruso.
Y agregó: «Vamos a resolver paso a paso, cuidadosa y sistemáticamente, los objetivos que tenemos ante nosotros».
Putin afirmó que hizo «todo lo posible para resolver pacíficamente la crisis ucraniana, pero a sus espaldas se estaba preparando un escenario totalmente distinto». Y enfatizó que no tenía «ninguna duda» de que hace un año «todo estaba preparado» para una ofensiva de Ucrania en Crimea, región anexada por Rusia en 2014.
Putin también acusó a los países occidentales de la escalada del conflicto en Ucrania y de querer «acabar» con Rusia.
«La responsabilidad de atizar el conflicto ucraniano, de su escalada, del número de víctimas (…) recae por completo sobre las élites occidentales«, aseguró. Y continuó: «No esconden su objetivo: infligir una derrota estratégica a Rusia, es decir, acabar con nosotros de una vez por todas».
El presidente ruso expresó que Rusia nunca cederá ante los intentos occidentales de dividir su sociedad y agregó que la mayoría de los rusos apoyaban la guerra. En su mensaje, Putin dijo que Occidente usaría terroristas, nazis «e incluso hasta al diablo» para luchar contra Rusia.

Putin anunció la suspensión del cumplimiento por parte de su país del START III, último tratado de desarme nuclear aún vigente entre Rusia y EEUU. También aseguró que Rusia se verá obligada a alejar la amenaza de sus fronteras si Ucrania recibe armas de más largo alcance de Occidente.
Ante la élite política del país y los militares que lucharon en Ucrania, agradeció también «a todo el pueblo ruso por su valentía y su determinación». Al referirse a las sanciones internacionales que afectan a Rusia, Putin estimó que los occidentales «no han llegado a nada y no llegarán a nada», pues la economía rusa resistió mejor que lo que habían previsto los expertos.
«Hemos garantizado la estabilidad de la situación económica, protegido a los ciudadanos», señaló, y agregó que Occidente no logró «desestabilizar» a la sociedad rusa.
Y cerró: «El país atraviesa un momento difícil, un momento histórico, un momento de cambios cardinales e irreversibles en todo el mundo. Se trata de los eventos históricos más importantes que determinan el futuro de nuestro país y de nuestra gente, cuando cada uno de nosotros tiene una gran responsabilidad«.