El avance en las obras de infraestructura energética, mediante la apertura de la licitación del segundo tramo del gasoducto de Vaca Muerta y la reversión del que une la Argentina con Bolivia, abre un escenario diferente para un país que no solo necesita resolver las urgencias del presente, sino también proyectar su futuro.
Según los últimos datos de intercambio comercial difundidos por el Indec, la Argentina sumó 2003 millones de dólares por la exportación de combustibles y energía en el primer trimestre del año, mientras que, contrariamente, gastó u$s 1810 millones para la importación en el mismo rubro.
Así, ese capítulo registró un saldo apenas positivo pero, sobre todo, mostró una pequeña suba interanual de casi 3% en las ventas y una importante contracción del 16,7% en las compras. Un escenario que el Gobierno espera mejorar, fundamentalmente, con la puesta en marcha del gasoducto Néstor Kirchner.
En la medida en que el gas fluya desde el megayacimiento de shale en Añelo hacia Buenos Aires para abastecer a la industria y atender la demanda externa, la Argentina podrá esperar un futuro en el que la balanza comercial se incline hacia el lado favorable a partir del desarrollo energético y no dependa solo de la producción agropecuaria, víctima hoy del cambio climático.
El impacto de tres años de sequía se hizo más que evidente en el primer trimestre, en el que las exportaciones cayeron casi 18% interanual, mientras que las importaciones apenas retrocedieron 4,4%. Por lo que revertir esos números es esencial para un país que necesita sumar divisas y sostener el nivel de actividad en un mundo que, aunque se ralentiza, siempre demanda alimentos y energía.
Luego del fuerte gasto que demandó en 2022 la importación de un GNL encarecido por la guerra en Ucrania, y de acuerdo a los cálculos que maneja la Secretaría Energía, las cuentas del sector mostrarán un equilibrio este año pero, fundamentalmente, podrían arrojar un saldo positivo de hasta u$s 12.000 millones a partir del 2024, cuando el gasoducto funcione en plenitud.
Facilitar el abastecimiento interno, ya sea mediante la producción de Vaca Muerta y el aporte de las energías renovables, brindará garantías para la concreción de proyectos industriales. Y habilitar las vías para la producción y exportación del gas contribuirá a sumar los dólares que todo país requiere para su desarrollo.