La bronquiolitis es una infección respiratoria aguda que ocurre con mayor frecuencia en los meses de otoño-invierno y afecta sobre todo a los menores de 2 años. Puede ser causada por distintos virus; el más común es el Virus Sincicial Respiratorio (VSR).
Afecta las vías aéreas pequeñas (inflamación de los bronquiolos), provoca distintos grados de dificultad para respirar y se manifiesta con agitación, tos, decaimiento, dificultad para alimentarse o dormir.
El ministerio de salud indicó que al no tener vacunas para el virus (no hay jarabes ni antibióticos), es fundamental controlar que el compromiso respiratorio no afecte la oxigenación normal y asegurarse de que el bebé pueda alimentarse e hidratarse lo suficientemente bien, pese a la dificultad respiratoria.
“La mejor prevención es evitar el contagio. Este virus puede ser trasportado y contagiar a ese recién nacido o lactante, es por eso que debemos tener ciertas precauciones como el lavado de manos, el uso del barbijo cuando me acerco a un niño y evitar que el bebé tenga muchas visitas”, explicó el ministro a la vez que brindo ciertas recomendaciones.
Cuándo sospechar que un bebé tiene bronquiolitis
Si tiene uno o más de estos signos:
- Respiración muy rápida.
- Aletea la nariz.
- Se le hunde el pecho o las costillas al respirar.
- Se queja mientras respira.
- Entrecorta la alimentación o le cuesta prenderse al pecho.
- Esta irritable o le cuesta dormirse.
- Color azulado en la piel, las uñas o los labios debido a la falta de oxígeno (cianosis): en este caso necesita tratamiento urgente.
Cómo prevenir la bronquiolitis y otras infecciones respiratorias
Los virus que causan infección respiratoria aguda se transmiten de una persona a otra por el contacto directo entre las manos y superficies contaminadas, y a través de las secreciones nasales o las gotitas de saliva que viajan por el aire cuando una persona enferma habla, estornude o tose.
Las siguientes medidas contribuyen a prevenir las infecciones respiratoritarias