La corrida cambiaria y el nuevo salto del dólar blue hicieron todavía más frecuentes las conversaciones entre los principales dirigentes políticos y los economistas de Juntos por el Cambio. En su mayoría en silencio o medidos en sus declaraciones públicas, los análisis en privado resultaron coincidentes en trazar un escenario al que describieron como “muy delicado” y sin certezas de sus derivaciones.
“La situación es muy difícil de controlar y los tiempos se aceleran. Hay que ver cómo decanta”, dijo a Clarín uno de los referentes del área económica de la coalición opositora, y remarcó el hecho “inédito” de que un gobierno peronista transite la parte final de su mandato con una crisis de semejante magnitud.
“La tienen muy complicada. Están tratando de adelantar ingresos, patear pagos e indexar deuda. Se puede estirar la mecha un tiempo, pero no para siempre”, advirtió otro de los encargados de los equipos técnicos, consultado habitualmente por los candidatos a presidente del PRO.
Hace unos días, desde que se desató esta corrida, muchos prefirieron dejar de hacer declaraciones. También los dirigentes con aspiraciones de cara a la disputa electoral en general se mostraron más cautos en sus pronunciamientos públicos.
Evitaron hablar de una eventual salida anticipada y cuestionaron las medidas a las que consideraron “parches”, con el propósito de exigir al Gobierno tomar decisiones drásticas, como una devaluación o un ajuste fiscal, aunque sin expectativas de que suceda a tres meses y medio de las PASO.
“Hasta el 10 de diciembre la responsabilidad es de este gobierno y ellos tienen que hacerse cargo. El problema no es que el Fondo les conteste o no les conteste. El problema es que no hay un plan”, dijo Horacio Rodríguez Larreta.
“Bandazos, improvisación, parche tras parche y ésa es la Argentina que tenemos. No le sigamos echando la culpa al otro”, respondió el alcalde porteño al ser consultado por la acusación de Sergio Chodos a economistas de la gestión de Mauricio Macri.
El representante ante el FMI los había calificado de “antipatrias” por pedir supuestamente al organismo que no haya adelantos ni desembolsos hasta el cambio de gobierno.Gerardo Morales, Miguel Pichetto, Patricia Bullrich y Maximiliano Ferraro, en una reunión el año pasado. Se repetirá este martes, con Federico Angelini en lugar de Bullrich.
Patricia Bullrich decidió no declarar. “Es todo muy delicado”, argumentaron cerca de la ex ministra de Seguridad. Gerardo Morales también evitó hablar de la crisis. Este martes se reunirán los presidentes de los partidos, en la zona de Congreso: Morales por el radicalismo, Federico Angelini por el PRO, Maximiliano Ferraro por la Coalición Cívica y Miguel Pichetto por el Peronismo Republicano.
Uno de los puntos en agenda será armar un próximo encuentro con los referentes del área económica. Hasta este lunes no estaba definido si difundirán un documento sobre la corrida y la crisis.
“Este escenario puede desembocar en cualquier cosa, pero tratamos de ser muy cautos. El Gobierno, frente a su incapacidad de actuar, se agarra de lo que decimos para alimentar las teorías conspirativas”, evaluó uno de los integrantes de la mesa nacional.
“Hablamos todo el tiempo, con mucha preocupación. La herencia va a ser peor que la de 2015”, contó uno de lo principales economistas del espacio. “La causa no se incubó en los últimos 60 días sino en tres años y medio. Emitieron deuda en pesos y se comieron 35 mil millones de dólares porque no tenían crédito. Todo lo que le llovía por la soja y lo que le dio el Fondo”, cuestionó todo el mandato de Alberto Fernández.
Entre los referentes del área no descartaron una inflación de dos dígitos en mayo, lo que agravaría el aumento de los alimentos y el deterioro social. “Si Massa se va puede pasar cualquier cosa. No hay reemplazante, no hay candidato, no hay cohesión política en el Frente de Todos”, alertó un ex funcionario con mirada crítica del ministro de Economía.
La crítica a los “parches” del Gobierno incluye el reclamo de “medidas estructurales”, principalmente una devaluación y un ajuste, difíciles de tomar en un año electoral.
“Tienen que modificar el régimen cambiario y estabilizar, sería mejor que lo que está pasando ahora. E ir a un apretón fiscal importante, porque sin crédito no hay manera de financiar el déficit sin emisión. Pero no lo van a hacer”, en palabras de un economista.
Algunos en Juntos por el Cambio abrieron la posibilidad de que Alberto Fernández, ya bajado del intento de reelección, “se corra a una actitud más responsable” en términos fiscales, avalado por un sector de la oposición, aunque en ese caso terminaría de concretarse la ruptura con el kirchnerismo.
Los que abonaron alguna chance a esa hipótesis la compararon con el quiebre en el Frente de Todos con el acuerdo con el FMI, votado por parte de Juntos por el Cambio y rechazado por el ala dura del oficialismo.