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Día Mundial del Asma. Una enfermedad que genera 400 muertes por año

Una enfermedad que fue descrita por el médico griego Hipócrates hacia el siglo cuarto antes de Cristo, en la Argentina sigue provocando 400 muertes al año en el siglo 21, aun cuando existen buenos tratamientos para que los pacientes desarrollen una vida normal.

Este martes 2 de mayo se celebra el Día Mundial del Asma y no hay mucho para celebrar. Algunos datos bastan para entenderlo: en Argentina, unos 4 millones de personas sufren asma y, según estimaciones de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), la mitad no lo sabe.

Como consecuencia de ello y, también, de la falta de prevención y de acceso a la medicación adecuada, 1.250 asmáticos por mes terminan internados (15 mil por año) y una parte de ellos pierde la vida.

“Al momento actual, morir de asma es catastrófico, sobre todo porque hay tratamientos para tener la enfermedad controlada y una vida plena”, afirma Sergio Zunino, coordinador de la sección Enfermedades Respiratorias de la AAMR.

Conformaron un grupo asesor con el fin de aprobar la Ley Nacional de Asma,que permita la capacitación, educación, prevención y, fundamentalmente, acceso al tratamiento. “Mucho de lo que concierne a las enfermedades crónicas hay que manejarlo a través de la educación. Una función importante del médico es explicarles a los pacientes cómo saber cuándo tienen que escalar el tratamiento o cuándo relajarse y desescalarlo un poco”, señala Zunino.

Según el Global Asthma Report 2022 de la Organización Mundial de la Salud, el asma afecta a un 9 por ciento de los chicos, el 11 por ciento de los adolescentes y 6,6 por ciento de los adultos. Dicho informe relevó la existencia de al menos 330 millones de casos en el mundo y estimó que para 2025 esta cifra se vería incrementada en 100 millones.

El asma genera una inflamación crónica de los bronquios, lo que produce estrechez y se manifiesta en el paciente como falta de aire, dolor u opresión en el pecho, tos persistente o silbidos al respirar. Estos síntomas generan una limitación en las actividades diarias, desde la práctica deportiva hasta hábitos tan cotidianos como caminar o bañarse.

Ana Putruele, jefa de la División Neumonología del Hospital de Clínicas, enumera: “La alergia a los animales, la polución del aire en las grandes ciudades, el uso desmedido de perfumes, el consumo de antiinflamatorios, el ciclo menstrual en la mujer y el estrés son algunas de las variables que pueden disparar la enfermedad”.

La experta remarca, además, la importancia de seguir el tratamiento: “Cuando el paciente no se trata, su quehacer cotidiano va siendo más y más complicado. Si bien no se puede hablar de cura en el asma, es importante decir que con los tratamientos adecuados la enfermedad es controlada y la calidad de vida del que la padece es como la de cualquier otro”.Según datos de la OMS, el asma afecta al 9 por ciento de los chicos. Foto: Shutterstock.Según datos de la OMS, el asma afecta al 9 por ciento de los chicos

¿Por qué el asma puede derivar, en casos extremos, en la muerte? Zunino explica que “se llega a esa instancia por problemas de falta de acceso a la medicación y la falta de información de los pacientes, que no están siendo seguidos por un médico que pueda manejar su enfermedad”.

Agrega: “Uno ve una pequeña porción de la realidad, que es cuando el paciente llega a la guardia. Lo que no ve es lo que le estuvo pasando hacia atrás en el tiempo. Por ahí comenzó a sentirse mal hacía una semana y empezó a utilizar la medicación de rescate y a tolerar los síntomas”.

El derrotero trágico, entonces, continúa: “Hay gente que tiene una tolerancia muy alta a los síntomas, pensando que ya se va a sentir mejor. Y termina llegando a la guardia a último momento. Muchos tienen una inflamación bronquial tan pronunciada que pueden terminar recibiendo ventilación mecánica. Y eso aumenta las complicaciones. A veces el paciente no puede salir adelante y termina falleciendo”, cierra Zunino.

Según información de las sociedades médicas, aun los pacientes con asma leve sufren crisis de asma (hasta 4 de cada 10). El problema es que al tener síntomas muy variables, con periodos de tiempo asintomáticos, ante la falta de educación médica muchos pacientes suelen abandonar los tratamientos: la peor decisión para que la bomba se active.

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