El Banco Central (BCRA) subió en 1.000 puntos básicos la tasa del plazo fijo tradicional y la de las Leliq el jueves pasado, y las llevó al 91% (la tasa nominal anual, TNA), con un rendimiento mensual (la TEM) en torno al 7,5% y un interés efectivo anual (TEA) del 140,5%. Ante estos cambios, vuelve la gran duda de los ahorristas: ¿conviene renovar o ir hacia un plazo fijo UVA?
Hasta el día anterior a la última suba de tasas, dada la aceleración de la inflación y sus perspectivas para los próximos meses, era indudable que convenía el UVA, que paga un 1% por encima del índice de evolución de precios de la economía. Pero, teniendo en cuenta el fuerte ajuste que realizó el BCRA en los rendimientos de los instrumentos en pesos, ya no es tan rotunda la respuesta al planteo de esta dicotomía.
Así lo explica a Ámbito Christian Buteler, economista experto en mercado de capitales, cuando señala que “hubo una fuerte suba de la tasa por parte del Gobierno y eso emparejó un poco la pelea”. Recomienda que, si el ahorrista piensa que la evolución de precios va a ser mayor a la tasa del plazo fijo, le convendría mantener el plazo fijo UVA, mientras que, si considera que estará un poco por debajo de ese rendimiento, le convendría el plazo fijo tradicional.
Plazo fijo: esta tasa es la que se aplica
Sobre esas variables que señala que hay que observar, que, por el momento, sigue siendo más conveniente el plazo fijo UVA porque aún corre la tasa de inflación del mes pasado y la de abril va a impactar, recién, desde el 15 de mayo y hasta el 15 de junio.
Jorge Neyro, economista jefe de Delphos Investment, opina también que, “dadas las estimaciones de inflación de abril, hoy, se da una especie de ‘empate técnico’ entre los plazos fijos de abril y la inflación percibida”. Pero, señala que, ante la duda acerca de la dinámica inflacionaria, el plazo fijo UVA siempre le gana a esa variable.
En tanto, Claudio Caprarulo, director de Analytica, detalla que, si se coloca un capital de $100.000 en un plazo fijo UVA + 1% a 90 días, se proyecta una ganancia de 25.534 pesos. Mientras que, si se elige por un plazo fijo tradicional, el rendimiento que se obtiene a tasa constante es de $24.519.
En consecuencia, según sus cálculos, “si se renueva el plazo fijo UVA por otros 90 días, con la inflación proyectada se espera un rendimiento de 54.090 pesos, mientras que, en el caso del plazo fijo tradicional, el rendimiento sería de 55.049 pesos”.
La incertidumbre, un elemento clave
Alejandro Giacoia, economista de Econviews, apunta que, esta suba de tasas volvió a hacer más conveniente el plazo fijo tradicional, sobre todo, teniendo en cuenta que «la opción indexada (el UVA) es a 90 días, mientras que los tradicionales pueden ser a 30». Y asegura que «eso no es menor en un contexto donde puede haber muchos vaivenes».
Así, teniendo en cuenta que, tal como aclara Caprarulo, la diferencia en materia de ganancias entre ambos es baja, todo indica que, “ante un escenario con tanta incertidumbre, en este momento, es mejor un plazo fijo tradicional, que permite tener más liquidez”, ya que el plazo mínimo del UVA es el triple del que se establece para el de 30 días.
Sin embargo, es claro que la inflación actual y la proyectada son las variables clave que debe tener en cuenta el ahorrista a la hora de definir en cuál de los dos instrumentos pone su dinero. Eso, sumado a la tasa, la evolución de los dólares paralelos y el contexto electoral son los elementos centrales en la dinámica de este año.