Los médicos no pudieron explicarlo. Nadie fue capaz de entender cómo un nene marplatense de 15 meses que se había intoxicado con purpurina y que ya no tenía posibilidades de sobrevivir, hoy tiene 16 años y una vida plena. Pero para la religión, y especialmente para el Vaticano, la respuesta es simple: se trató de un milagro.
Este jueves la Junta Médica del Vaticano confirmó que lo que ocurrió con Juan Manuel Franco el viernes 1 de diciembre del 2006 «supera la ciencia médica«. De esta forma, avanza la causa de beatificación para el cardenal Eduardo Francisco Pironio, el hombre al que la familia del pequeño le rezó para que salvara la vida de su hijo. Y les cumplió.
Desde la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), a través del monseñor Santiago Olivera, delegado episcopal para las Causas de los Santos, confirmaron la noticia.
El milagro ocurrió hace 16 años, cuando un pequeñísimo Juan Manuel aspiró purpurina. Rápida de reflejos, su mamá intentó sacarle todo el polvo de la nariz, pero las cosas se empezaron a complicar: el nene casi no podía respirar. Lo trasladaron a la clínica, donde el médico que los atendió les dijo a Laura y Mariano (los padres) que no había antecedentes de supervivencia ante este tipo de intoxicación.
Les dijeron que lo que aspiró fue directo a los pulmones, lo que generó una neumonía química. Juan Manuel intentaba respirar, pero el oxígeno no entraba. Los primeros análisis de sangre hallaron restos de cobre, zinc y plomo en el organismo del bebé.
El niño fue trasladado de la Clínica 25 de Mayo al Hospital Materno Infantil. Cuando llegaron, el pediatra les adelantó el peor de los escenarios y les abrió la puerta a la fe: “Ustedes si saben rezar, recen”. Juan Manuel fue ingresado a terapia intensiva y luego le indujeron el coma con asistencia respiratoria.
Al día siguiente, Laura y Mariano, creyentes desde jóvenes, participaron de la Marcha de la Esperanza, una celebración que se realiza todos los primeros sábados de cada mes y que ese día pasaría justo por el hospital. Fue el cura que encabezó aquella marcha quien le entregó a la mamá una estampita del cardenal Pironio, creador de esas manifestaciones, que había fallecido en 1998.
Según cuenta la familia, fue solo algunas horas después de haber rezado la primera oración que Juan Manuel comenzó a mejorar. Uno de los estudios decía que no había elementos tóxicos en la sangre, por ende decidieron sacarlo del estado de coma. Al rato, el pequeño despertó y hasta comenzó a comer.
A partir de allí comenzó su veloz recuperación. Con el paso del tiempo le siguieron realizando estudios, pero nunca más le encontraron nada. Los pediatras que lo atendieron insistieron en que no había explicación para entender cómo había logrado salir de ese estado.
En una entrevista con el sitio 0223, la madre de Juan relató que contó su caso a la Iglesia, quienes comenzaron entonces con el proceso de beatificación y que este jueves dio un pase clave con la confirmación de aquel milagro.
«Juan Manuel tiene 17 años y está en el último año del secundario. Estudia música, toca la guitarra y el violonchelo, que es su pasión;. Hace deportes, le gusta mucho el karate y le va muy bien«, relató este jueves Laura en sitios de noticias marplatenses, emocionada por la noticia.
Ahora desde la ICA detallaron que el caso pasará a Comisión de Teólogos, quienes evaluarán allí la correspondencia entre la oración y la gracia suplicada. Luego, pasará a la Ordinaria de Obispos y Cardenales. «Pasadas estas tres instancias, el prefecto va al Santo Padre y, si él lo considera, firma el decreto de la beatificación diciendo que es un milagro», cerró.