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La deuda creció 70.000 millones de dólares en la gestión de Alberto Fernández

En el marco de la búsqueda por el apoyo de Estados Unidos a que se aceleren los desembolsos para Argentina en el FMI, un informe global detalló que la deuda soberana de Argentina aumentó un 20% en el último año, llegando a un total de 392.000 millones de dólares.

«En Argentina, la deuda pública en porcentaje del PBI es especialmente elevada«, afirma en primer lugar la gestora de activos Janus Henderson, que publicó este jueves su Índice de Deuda Pública anual, que enfatiza en que el mundo llegó a un récord que planea continuar creciendo hasta 2025.

En ese sentido, remarcan que los gobiernos «se enfrentan a un doloroso ajuste de cuentas, ya que la deuda récord y los altos tipos de interés prevén que los costos de endeudamiento se duplicarán en los próximos tres años», suponiendo «mayor presión a los contribuyentes y los servicios públicos».

El estudio puntualiza el caso argentino, enfatizando la suba sostenida que ha marcado el endeudamiento en montos totales, así como en la medición per cápita.

La deuda del país alcanzó el 85% en 2022 aunque, a contraposición de la tendencia global, «se espera que baje al 75% hacia 2025». La cifra de 392.000 millones de dólares representa 8604 dólares por persona y se espera que siga creciendo hasta los 8878 dólares en 2025.

«En Argentina, la deuda pública en porcentaje del PBI es especialmente elevada», advirtió Janus Henderson en su informe anual.

En comparación a 2019, la deuda soberana per cápita en Argentina era de 7219 dólares y la deuda total de 323.000 millones, siendo ambos valores menores a los actuales. Sin embargo, durante ese período, el porcentaje con respecto al PBI tocó un pico de más de 90%. Respecto a 1995, la deuda total ascendía a 87.000 millones y significaba un 31% del PBI.

«La proyección hacia 2025 estima que subirá la deuda total hasta 411 mil millones, que representarán el 75% en relación con el PBI y 8878 dólares per cápita», informa finalmente Janus Henderson.

La situación regional

En la región, Brasil es el tercer país más endeudado de los mercados emergentes y el 11° del mundo. La deuda pública aumentó un 4,7% en 2022 y un 46% desde 2019.

Por su parte, en Chile hubo un aumento interanual del 13% en el último año y acumula una subida del 80% desde 2019, el cuarto mayor incremento entre los mercados emergentes. Colombia, en tanto, aumentó su deuda soberana un 11,8% interanual y mantiene una relación deuda/PBI del 68%.

La advertencia por la situación de la deuda

En 2022 y 2023 el valor total de la deuda pública mundial se había disparado un 7,6% en moneda constante, hasta alcanzar la cifra récord de 66,2 billones de dólares, el doble que en 2011. «Desde la crisis financiera mundial, los gobiernos han pedido prestado con una libertad asombrosa», afirman. 

«Los tipos de interés cercanos a cero y los enormes programas de expansión cuantitativa de los bancos centrales expandieron la deuda pública, pero los tenedores de bonos exigen ahora mayores rendimientos para compensar la inflación y los riesgos crecientes, y esto está creando una carga significativa y cada vez mayor para los contribuyentes«, afirmó el Director Global de Renta Fija de Janus Henderson Jim Cielinski.

Visualización de deuda pública por persona en moneda constante del informe de Janus Henderson.

«Mirando hacia adelante el panorama no es alentador», destaca el informe. En 2025, los gobiernos de todo el mundo tendrán que gastar 2,80 billones de dólares en intereses, más del doble que en 2022.

Y aclaró: «Los inversores saldrán beneficiados. Es probable que los rendimientos de los bonos de todos los vencimientos bajen en el próximo año, lo que significa que los precios subirán. En la actualidad, los bonos a corto plazo ofrecen mayores rendimientos porque están más vinculados a los tipos de interés oficiales de los bancos centrales. Esto es bueno para aquellos que buscan ingresos y toleran un menor riesgo, pero verán una menor revalorización del capital. El margen para las ganancias de capital es significativamente mayor para los bonos a más largo plazo, que esperamos que se comporten muy bien el próximo año a medida que la economía se vea sometida a presión».

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