Un conglomerado propiedad de una de las familias más ricas de Argentina con riquezas petroleras está realizando su primera gran inversión en la transición global hacia la energía limpia.
Corporación América Internacional construirá una planta de amoníaco de 100 millones de euros (US$112 millones) en Burgos, España, alimentada por parques solares o eólicos, dijo en una entrevista Hugo Eurnekian, presidente de Compañía General de Combustibles, el productor de petróleo y gas del holding.
El amoníaco “verde”, producido con hidrógeno extraído del agua en un proceso alimentado por energía renovable, se vendería a partir de 2027 a un fabricante de alimentos para ganado.
La transición energética sigue siendo un rompecabezas sin resolver para Corporación América, que tiene su sede en Argentina, donde el Gobierno nacional desea aprovechar al máximo las riquezas de petróleo de esquisto en la Patagonia.
Eurnekian dijo que la humanidad todavía está buscando la mejor solución, o combinación de soluciones, al problema de descarbonizar la economía en todo el mundo, y enumeró una lista que va desde los combustibles sintéticos hasta la energía térmica con captura de carbono. Eurnekian agregó que quieren jugar un papel clave en el proceso.
Los inicios de Corporación América
Corporación América fue fundada por el multimillonario de 90 años Eduardo Eurnekian, que ha atravesado cambios en la economía global y la política local durante al menos cinco décadas. Últimamente, ha estado entregando las riendas a la próxima generación, incluido el sobrino Hugo, de 40 años. La familia se enriqueció a través de los textiles, las telecomunicaciones y los aeropuertos antes de agregar la energía a su cartera.
Su incursión en el hidrógeno llega en un momento en que compañías petroleras de todo el mundo buscan la mejor manera de guiar sus negocios hacia una nueva era de electrificación y combustibles más limpios. La demanda de petróleo fósil ya está alcanzando su nivel máximo, aunque los gigantes energéticos apuestan por el gas natural para cerrar la brecha.
El cambio de rumbo de Corporación América se produce apenas una década después de que ingresó al negocio del petróleo y el gas mediante la compra de CGC, una de las perforadoras más grandes de Argentina, aunque ha sido productor de biodiesel durante años. Ahora podría reducir su participación de 70% en CGC después de la venta de un bono convertible al fabricante de productos petroquímicos Dow Chemical Co., según Eurnekian.
Sin embargo, los “eurnekianos” están lejos de terminar con las operaciones de fósiles. CGC, que adquirió nuevos campos petroleros en 2021, perforará una cantidad récord de pozos este año, incluidos tres pozos horizontales en Palermo Aike, que podría convertirse en una nueva frontera del shale argentino.
CGC quiere dar sus primeros pasos en el hidrógeno en Europa porque el mercado para construir parques de energía renovable y vender producción está más desarrollado que en América Latina, dijo Eurnekian. La extensa costa de Argentina y sus llanuras en la Patagonia la convierten en uno de los mejores lugares del mundo para convertir la energía eólica en electricidad. Varias empresas están interesadas en desarrollar parques eólicos para producir hidrógeno.
Según Eurnekian, su estrategia es tener una primera experiencia piloto en Europa que permita entender el proceso de transición. Agregó que, si llega el momento en que haya proyectos de gran envergadura viables, la empresa podría aprovechar los recursos de Argentina.