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Un militante del PO pone en jaque a la industria del neumático en Argentina

Alejandro Crespo, el líder del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (Sutna), tiene la capacidad de no dejar a nadie indiferente. Sobre todo, tras una semana en la que fue parte de la agenda pública por haber tomado el cuarto piso del ministerio de Trabajo y de poner en aprietos, con sus reclamos salariales, a un sector importante de la economía del país, que ya acusa golpes.

El dirigente, de 47 años, posee una historia que permite comprender su modo de acción: ingresó a Fate en 2004 por su padre, que trabajaba en la firma ubicada en la localidad bonaerense de San Fernando, en la que abundaban los empleados simpatizantes de las ideas de izquierda, como recuerda un trabajador de aquellos tiempos.

Alejandro Crespo 20220925
PUÑO EN ALTO. Desde el cuarto piso del Ministerio de Trabajo.

Rápidamente, comenzó a militar en el gremio y en el Partido Obrero y fue parte como delegado sindical, con el correr de los años, en 2008 precisamente, de una nueva camada de cuadros que protagonizaron la renovación de la seccional de la localidad, desplazando a la conducción de ese entonces. Allí, como relatan oficialistas y opositores actuales, se dieron varios factores para el primer ascenso de Crespo: un discurso potente en contra de la burocracia sindical que generó adherencia, un desgaste de la gestión y, como indica Maximiliano Bronzuoli, actual secretario gremial del SUTNA, una situación que “no daba para más” para miles de empleados que reclamaron un cambio.

“Había abusos de la patronal, acuerdos salariales a la baja. Por eso nos organizamos y por suerte contamos con el apoyo de los trabajadores, que nos dieron todo el respaldo”, relata Bronzuoli, quien acompañó al actual secretario general desde la década del 2000.

El siguiente paso del dirigente que es cuestionado hoy por el Gobierno, la CGT y las compañías del sector, fue ir por la conducción nacional del SUTNA, algo que logró en 2016. Para el ámbito sindical, fue un cimbronazo ya que no esperaban una derrota de la lista oficial, que supo conservar el gremio por 17 años, de la mano de Pedro Wasiejko, referente de la CTA y hoy presidente del astillero estatal Río Santiago.

En el 2004 ingresó a la planta de Fate por su padre, un empleado jerárquico

Un contrincante de la nómina de Crespo sostiene que el sindicalista supo interpretar el clima de época, marcada por la llegada a la Casa Rosada de Mauricio Macri y con un kirchnerismo con acciones a la baja. “Eran años en donde el kirchnerismo no estaba bien visto y Crespo, como buen oportunista que es, se subió a eso, hablando en contra del impuesto a las ganancias por ejemplo. Consiguió el aval de los afiliados y en poco tiempo destruyó todo lo bueno que se hizo. De hecho, no tiene nada de gestión para mostrar, su prioridad siempre fue el Partido Obrero”, disparó.

También, agrega que su modo de ser, intransigente, duro, lleva a tensar todo tipo de negociación sin ningún tipo de estudio de las ofertas que están arriba de una mesa. Por caso, define que lo que sucedió en las últimas semanas, con la toma en la cartera laboral ubicada en la avenida Callao, “puede llevar al gremio a una destrucción total”. Una versión que comparte la última persona que lo enfrentó electoralmente en 2021, Marcelo Gallardo, de la Lista Violeta, ante este medio: “Lo que vimos fue una tragedia, pero no sorprende, siempre fue su estilo. Hasta dejó de pelear por la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas, un retroceso total”.

Del lado de Crespo se defienden: descartan cualquier tipo de crítica y mencionan que primero se piensa en los trabajadores. Y, ante el surgimiento de la toma, responden que no fue planificada sino un producto de Claudio Moroni y las compañías, que acordaron “patear el tablero en la discusión paritaria”, esgrimen. Sobre el debate salarial, el líder del SUTNA refleja que buscan “una negociación colectiva, hace meses que iniciamos el reclamo y estamos en un contexto en que la inflación no da tregua”. “Un operario calificado, que trabaja 8 horas y media con turnos rotativos, gana $475 por hora“, enfatizó el hombre que si bien abandonó el ministerio junto con sus compañeros, promete seguir dando pelea por sus pedidos en las puertas de cada empresa.

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