En una audiencia pública se explicó el trabajo que se hará para proveer de agua a una amplia zona desde el noroeste capitalino hasta Vipos.
La presentación del proyecto del acueducto de Vipos en la llamada “audiencia de socialización” para que los vecinos puedan plantear interrogantes fue una gran apuesta a la ilusión y al mismo tiempo una larga exposición de inquietudes. Ilusión de que el acueducto va a atenuar la crisis del agua en la zona de Tapia – Vipos – Tafí Viejo y el noroeste capitalino, e inquietud de que la obra vaya a acentuar el drama hídrico que viven los vecinos de Vipos.
La “audiencia de socialización” estaba convocada porque es el último paso protocolar previo al llamado a licitación, que se haría en 45 días , según dijo Gerónimo Vargas Aignasse, Jefe del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), Norte Grande. En la audiencia, realizada en la hostería “Atahualpa Yupanqui” de Tafí Viejo, se informó de qué se trata el proyecto, se dieron sus características técnicas y se habló del informe de impacto ambiental. Luego los vecinos y productores de la zona convocados, que ya habían podido leer el proyecto, hicieron sus preguntas.
Tras la presentación del equipo de trabajo, el arquitecto Franco Morelli, de la Unidad Ejecutora Provincial, describió que se trata de una obra de 50 kilómetros de longitud, desde Vipos –donde parte el viejo acueducto Vipos- a Villa Muñecas, con cinco reservas de distribución (en Tapia, Tafí Viejo, Villa Carmela y NO de San Miguel de Tucumán), que beneficiará a 200.000 personas y que se hace con un crédito de $ 10.000 millones del Banco Interamericano de Desarrollo, “que no le cuesta un peso a la provincia”, describió Morelli.
“Descanso temporal”
Después Vargas Aignasse describió que se beneficiarán Tapia, Los Nogales, “sobre todo la zona Norte del municipio de Tafí Viejo, la Villa Obrera con viejos padeceres; Lomas de Tafí; Cebil Redondo (que incluye a Villa Carmela), una comuna que es quizás la más grande de la provincia, que crece al Oeste y no puede seguir creciendo, y el barrio San José de Yerba Buena, donde viven 1.500 familias y en el que la última obra se saneamiento se hizo fue hace 70 años. Ahí tienen agua por horas”. El funcionario añadió que estas obras no se hicieron antes “por el costo que tienen. Un pozo cuesta 35-40 millones de pesos” y la política -agregó- ha priorizado otras cosas.
Este acueducto, sintetizó, “va a generar descanso temporal del acuífero del Gran San Miguel, donde hay 80 pozos y 10 más que se están construyendo”.
Después el ingeniero Juan Pablo Peralta, del Enohsa, vía zoom, explicó las características técnicas del acueducto, que se construirá en 24 meses, tendrá captación mixta –superficial y más profunda de la cuenca del río Vipos, y transportará 1,2 m3 por segundo, el doble del caudal del acueducto actual. Permitirá hasta 2045 un gran ahorro energético por la reducción del bombeo.
A su turno, Juan Ignacio Lescano, del Enohsa, describió las características y previsiones del plan de impacto ambiental (EIAS), que “tendrá beneficio real; no se espera que haya impacto sobre el patrimonio cultural, físico y tangible; y no habrá afectación al tránsito” .
“Una sensación”
Cuando hablaron los vecinos comenzaron las inquietudes. El productor Gustavo Forsinito planteó que no estaban claros el caudal del acueducto y el lugar de la toma. Tras la explicación técnica de Sergio López, de la SAT, Forsinito advirtió que desde siempre hay problemas de agua y los sufren muchos productores pequeños. Vargas Aignasse respondió que “hemos propuesto mejorar la forma en que ustedes administran el agua, hacerla más eficiente. Hay canales por los que se pierde mucho. Va a haber disponibilidad de agua para ustedes”. Forsinito respondió que “esa es una sensación, no es lo que en la realidad ocurre” y criticó que el informe se haya hecho con datos del año 67 “y varió muchísimo la realidad”. Vargas Aignasse enfatizó que “la capacidad va a ser muy superior y ustedes no se van a ver perjudicados”. El ingeniero Peralta añadió: “esta obra no contempla dejar sin agua el río. Lo va a regular. Optimización del recurso”.
No obstante, el productor pareció quedar con dudas porque, dijo, Vipos no tiene agua potable, no le va a llegar, “y en época de mínima del río siempre se llevan el agua que hay que llevar”. “Tenga la certeza y la seguridad de que no le va a faltar agua”, insistió Vargas Aignasse.
El vecino Héctor Gómez contó que la citrícola Citromax debió irse de la zona porque necesitaba extraer más agua y Recursos Hídricos le dijo que no se podía porque la urbanización requería más agua para consumo. Vargas Aignasse, al respecto, vinculó eso con los problemas que se generan por el crecimiento sin regulaciones. Planteó que a lo largo de la ruta 9 hasta Trancas han proliferado los barrios y countries sin previsión de servicios, “así como en la Capital proliferaron 400 edificios” entre 2003 y 2015, con lo que aumentó exponencialmente la demanda sin que se hayan hecho las obras consecuentes.
Elena Carrizo y Victoria Braccamonte, de Vipos, describieron que dependen de un pozo. “No les va a faltar”, dijo Vargas Aignasse, aclarando que se hará otro pozo en la zona. El funcionario Sergio López dijo que hay épocas en que el agua escasea tanto para riego como para agua potable –dos meses- y precisó que el acueducto va a ayudar a bajar el funcionamiento de las perforaciones (hay 15 pozos en Tafí Viejo).
Con escopeta
Braccamonte contó que en épocas en que falta el agua, “he visto ir gente con escopeta por la acequia porque tenemos el problema de que los canales son obsoletos. Y en septiembre, octubre, con los calores, el agua se evapora… ¿Cómo van a hacer para que haya agua? Nosotros vivimos de las hortalizas que producimos y vamos a vender al Mercofrut”. Vargas Aignasse le respondió que “de corazón no vamos a permitir que nadie se quede sin agua”. Tuvo que explicar que se había pedido a Jefatura de Gabinete un proyecto para ayudar con riego a los productores, pero que eso no tenía que ver con la obra del acueducto, que es sólo de agua potable.
A las críticas de que el proyecto se había basado en estudios de 1967, el arquitecto Claudio Cattáneo, de la Unidad Ejecutora Provincial, dijo que en un año recursos Hídricos va a tener nuevas mediciones. Vargas Aignasse, no obstante, aclaró que “la SAT tiene cabal conocimiento de los ciclos que tiene el río; sabe perfectamente la cantidad de agua que tiene en cada mes”.
Presión en Villa Carmela: “Yerba Buena y Tafí Viejo están desbordándose en mi pueblo”
“En Villa Carmela tenemos gran pobreza con el recurso hídrico. Muchos pozos han comenzado a deprimirse. Estamos frenando algunos loteos por esto. Mientras no se haga infraestructura no podemos seguir creciendo”, dijo el comisionado Fabián Assán. “Tenemos más de 19.000 habitantes, una veintena de barrios, uno de 42 manzanas. Llegan constantemente propuestas de loteos. Es crítico, cada verano, tener gente repartiendo agua en un lugar que han elegido muchos vecinos. Yerba Buena y Tafí Viejo están desbordándose en mi pueblo”.