Wado de Pedro se mostró junto a Juan Schiaretti en un acto con empresarios. El Presidente intenta acercarse a los mandatarios provinciales luego de que lanzaran una carta con duras críticas a su gestión.
Los gobernadores del PJ se convirtieron en las últimas semanas en figuras claves dentro de la interna del oficialismo. Por su poder para garantizar la gobernabilidad, torcer voluntades en el Congreso y posicionar dirigentes de cara a 2023, tanto Alberto Fernández como Cristina Kirchner empezaron a mover hilos para sumar el apoyo de los mandatarios provinciales.
Santa Fe y Córdoba, los dos operativos de seducción del kirchnerismo
El miércoles, casi una semana después de que la Liga de Gobernadores del Frente de Todos (FdT) dejara un duro mensaje para la Casa Rosada por la escasez de gasoil en casi todo el país, la inflación y la falta de redistribución del ingreso, Alberto Fernández le envió un guiño a Omar Perotti, de Santa Fe, a partir de la regularización de una vieja deuda por la coparticipación; y el jueves visitó al riojano Ricardo Quintela para la inauguración de una fábrica.
Wado de Pedro, en la CAME junto a Schiaretti
Casi al mismo tiempo, el kirchnerismo hizo su jugada: el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, un referente de La Cámpora dentro del Gobierno, viajó hasta Córdoba para participar de un encuentro de la CAME con más de 400 empresarios, durante el cual se mostró muy cerca del gobernador Juan Schiaretti,quien es junto a Perotti uno de los dirigentes que más quieren seducir en ambos lados de la grieta oficialista.
Durante su discurso, De Pedro planteó que “para nosotros el federalismo es sinónimo de trabajo”. “Si no hay trabajo en Argentina en cada rincón de Argentina no hay federalismo”, añadió.
Y sumó, marcando diferencias con la gestión económica del albertismo: “Muchas veces me preguntan: ¿ustedes no son antiempresa?´. Y yo les contesto: ´Durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández se generaron condiciones para el desarrollo, los empresarios crearon 250 mil nuevas empresas nuevas’”.
Más allá de la interna, el aval de los mandatarios provinciales es fundamental por su rol parlamentario: con números ajustados en ambas cámaras, el Gobierno necesita de los gobernadores peronistas para aprobar e impulsar su agenda legislativa, compuesta entre otras cuestiones por los proyectos de Renta Inesperada y la ampliación de la Corte Suprema de Justicia.
Alberto Fernández, a la caza de gobernadores
Los gobernadores vuelven a ser protagonistas este fin de semana, durante los actos (separados) de Alberto y Cristina por el aniversario de la muerte de Juan Perón: por ahora, solo cinco mandatarios confirmaron su presencia en el acto del jefe de Estado este viernes en la CGT. Axel Kicillof no lo definió, aunque ya dio el sí para estar en el de CFK, el sábado en Ensenada.
El jefe bonaerense, por su parte, ya estudia desdoblar las elecciones 2023. Esto es: que la fecha para elegir gobernador en la provincia de Buenos Aires no coincida con las elecciones nacionales. Una jugada típica de los gobernadores -otras provincias lo practican- para desacoplar su suerte de la Casa Rosada. Se sabe: Cristina Kirchner alambró la provincia de Buenos Aires -sobre todo el conurbano- para desde ahí dar pelea.
