Un obrero de la construcción que vive junto a su familia en la localidad de Comandante Luis Piedrabuena, Santa Cruz, tuvo un golpe de suerte cuando el jueves 7 de julio fue al casino de Río Gallegos y ganó $100.000.000. Pero la alegría se desvaneció cuando le negaron el premio. “La jefa de la sala me dijo que era deshonesto por querer cobrar lo que gané”, contó.
Antonio Miranda llegó al lugar y fue directo a las tragamonedas. Se sentó, hizo diez jugadas hasta que la máquina comenzó a sonar cuando ganó la millonaria suma.
“Se acercó uno de los chicos que estaba en el salón y me dijo que iba a llamar a la jefa de sala. Ella llega y al ver la máquina me dice que no es válido y la apaga”, detalló Antonio.
Al insistir, el hombre solo recibió negativas por parte de la empleada. “Me maltrataba verbalmente, me dijo que yo era deshonesto al querer cobrar esa plata porque la máquina tenía un mal funcionamiento”, contó.
“Apagó la máquina delante mío. Le pregunté como lo podíamos solucionar y me dijo que de ninguna manera porque no iba a cobrar directamente”, agregó.
Ante la insistencia del hombre, la jefa de sala le informó que iba a comunicarse con los jefes. Sin embargo, como no obtuvo más respuestas, Antonio se acercó a preguntar nuevamente y ella le dijo que no le respondieron y le volvió a repetir que él era “deshonesto”.
La denuncia del obrero que ganó $100 millones en el casino
El mismo jueves el hombre se puso en contacto con los abogados Gustavo Insaurralde y Jesica Isa, quienes lo acompañaron a radicar la denuncia policial en la Comisaría Seccional Primera y en Defensa al Consumidor.
Insaurralde aclaró que las autoridades del casino no se comunicaron con ellos, pero que aún esperan que lo hagan para “abrir una instancia de mediación previa a las acciones judiciales”.
“Llamamos a la buena voluntad”, sostuvo. Además, indicó que hay pruebas y testigos que avalan al hombre. “Cuando al señor le otorgan el premio la máquina se bloquea y empieza a sonar la chicharra. En ese momento se acercaron muchas personas que sacaron fotos así que tenemos varias testimoniales”.
En tanto, la abogada Isa, señaló que “la idea es que haya buena fe para que no se dilate en el tiempo y no se someta al señor Antonio a algún peligro que pueda ocasionar”.
“La situación fue muy estresante. Quiero destacar el maltrato que tuvo por parte de los empleados del casino, que no estuvieron a la altura de las circunstancias, ni tuvieron un poco empatía”, explicó Insaurralde y añadió que “más allá de la parte legal y económica, se merecería una disculpa pública porque hasta ahora no hay comunicación”.