Un efectivo de la Prefectura Naval Argentina de Mar del Plata salvó la vida de una niña de 4 años que se estaba asfixiando, al ahogarse con un caramelo. El hecho ocurrió en la calle Génova al 5900 del barrio San Martin, en las afueras de la ciudad de Mar del Plata, mientras los efectivos de la fuerza se encontraban realizando un patrullaje de rutina.
Desbordada por la situación, la mamá de la nena empezó a pedir ayuda a los gritos y no muy lejos de ahí había efectivos de Prefectura que patrullaban la zona, en el marco de los operativos de Seguridad Ciudadana que se realizan habitualmente porque se trata de un lugar en el que se han denunciado temas de inseguridad. Los agentes acudieron rápidamente al lugar donde la mujer pedía ayuda, y se encontraron con un cuadro en el que la pequeña estaba en brazos de su mamá, quien intentaba reanimarla de forma desesperada.
Los héroes de la historia fueron el ayudante de segunda Federico Gauna, el cabo primero Gastón Ríos y el cabo segundo Gabriel Arrúa, mientras Gauna y Ríos se encargaban de contener a la mamá de la nena, Arrúa tomó a la pequeña con crisis nerviosa, Arrúa le practicó a la niña la «maniobra de Heimlich«, y así consiguió que la nena expulse el caramelo que le obstruía las vías respiratorias.
Cabe señalar que la Maniobra de Heimlich consiste en tomar por la espalda a quien se está ahogando y, uniendo los brazos frente a su esternón, presionar con fuerza de manera secuencial, para que la propia fuerza del aire interno consiga sacar al exterior el objeto que causa el ahogo. Los casos más comunes, al margen de las golosinas de los niños, suelen provocarlos las aceitunas, los escarbadientes y hasta se recuerda el caso que sufrió el expresidente Mauricio Macri, que en su fiesta de casamiento con Juliana Awada en 2011 pasó un pésimo momento cuando cantaba con un bigote postizo. En esa ocasión fue el entoncs ministro de Salud porteño, doctor Jorge Lemus, el que lo sacó del trance.
Lo cierto es que la exitosa maniobra de Heimlich que el cabo Arrúa cumplió con la nena de Mar del Plata logró que todo quedara como un susto. «La nena ya estaba morada cuando llegaron los prefectos«, dijo una vecina, elogiando la providencial asistencia de los uniformados. Luego del suceso, la madre la llevó al centro de atención medica cercano, para que los médicos la revisaran y constataran que todo estaba en orden.