En una jornada donde el dólar blue y los financieros marcaron récords, el diputado libertario Javier Milei consideró que la actual situación política y social es “asimilable” a la de fines de 2001. A su vez, explicó cómo sería su proceso para dolarizar la economía argentina.
En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, Milei hizo una breve caracterización de la coyuntura actual. «1. Situación política y social asimilable a la de fines de 2001”, comenzó su enumeración.
“2. Desequilibrio monetario que duplica al previo del Rodrigazo con el agravante de 10 veces más de pobre 3. Deterioro de indicadores financieros a la velocidad de 1988/9”, continuó.
Milei acompañó su escueto mensaje con una particular frase: “ABROCHEN CINTURONES”.
La referencia de Milei a la crisis del 2001 que anticipó el final del gobierno de Fernando De la Rúa fue otra de sus temerarias advertencias sobre la situación económica. Pero esta vez le sumó, lo que cree, la solución.
Luego, a través de sus voceros, difundió una explicación detallada de cómo se podría dolarizar la economía argentina. En primer lugar enumeró los pasivos que tiene que cubrir la Argentina.
“El Banco Central tiene una base monetaria equivalente a 13 mil millones de dólares, y la deuda en Leliqs asciende a 22 mil millones. Esto quiere decir que Argentina tiene pasivos monetarios netos por rescatar por el equivalente de 35 mil millones de dólares”, precisó.
Por otro lado, describió los activos con los que cuenta el país: “Los activos netos se componen de 72 mil millones de dólares de títulos públicos netos más 3 mil millones de reservas internacionales netas”.
Planteado lo anterior, detalló cuál es el método -a su criterio- que hay que llevar a cabo para dolarizar la economía argentina.
“Se haría un swap de los títulos públicos con las Leliqs y eso haría que el monto remanente de títulos públicos sería de 50 mil millones de dólares. A su vez, las reservas internacionales netas se utilizarían para rescatar la base monetaria”, comenzó su explicación.
Una vez realizado lo anterior, afirmó, “quedarían pendientes 10 mil millones de dólares de base monetaria la cual debería ser rescatada con 50 mil millones de dólares en bonos”.
“Dado que los bonos hoy cotizan al 20%, eso permitiría que con esos 50 mil millones de dólares poder conseguir los 10 mil millones de dólares necesarios para rescatar la base monetaria”, completó.
Y explicó: “Es decir que a un tipo de cambio de $320 y con los bonos en una paridad del 20% es absolutamente factible dolarizar”.
Por último, se refirió a los economistas que desestiman su método y aseguran que solo se puede realizar la dolarización con otras medidas más drásticas.
“Se puede dolarizar. No es necesario una mega devaluación como han dicho algunos analistas, no es necesario un plan Bonex, no es necesario un corralito. Lo único que esto requería era usar el cerebro y tener conocimientos de teoría monetaria y de equilibrio general de stock, que la mayoría de los economistas parecen desconocer”, consideró.
Javier Milei: “No explota todo porque los que hacen lío están adentro del Gobierno”
No es la primera advertencia temeraria de Javier Milei. Este martes ya había utilizado su dureza para abordar el contexto de crisis que azota a la Argentina, sostuvo que las condiciones sociales y económicas «son mucho peores que las que había en 2001» y aclaró que la única razón por la que «no explota todo» es porque «los que hacen lío están adentro del Gobierno».
«Las condiciones técnicas son mucho peores en lo social y en lo económico que las que había en el 2001. El tema es que los revoltosos están en el Gobierno. No explota todo porque los que hacen lío están adentro del Gobierno», sentenció.
El diputado nacional aseguró que las condiciones sociales y económicas “son mucho peores que las del 2001” y advirtió: “Inexorablemente nos vamos a pegar una piña”.
Para sostener su postura, el economista libertario argumentó: «El déficit fiscal, si tomás el primario, más los intereses y el cuasi fiscal, está entre 9 y 10 puntos del PBI. El ‘Rodrigazo‘ estalló con 14; la tablita, con 11; la hiperinflación de Alfonsín, con 8, y la convertibilidad, con 7. No estamos al horno, estamos recontra al horno».