Con reclamos por más fondos nacionales, inquietud por la situación económica y expectativas por nuevas medidas económicas, catorce gobernadores peronistas se reunieron hoy por más de dos horas y media en la Casa Rosada para almorzar con el presidente Alberto Fernández, quien evaluó la presencia de los mandatarios como un respaldo a su gestión en un momentos de crisis.
Al Salón Eva Perón del primer piso de la Casa Rosada arribaron esta tarde 14 gobernadores del PJ, que previamente se habían congregado en la denominada Liga de Gobernadores con otros mandatarios en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) a pocas cuadras de la Plaza de Mayo.
Pero dos horas y media después de una tensa reunión con el Presidente se fueron todos los mandatarios por la explanada de Paseo Colón sin hacer declaración alguna y bajo un fuerte hermetismo.
La portavoz Gabriela Cerruti emitió un comunicado de dos párrafos en el que destacó que Alberto Fernández mantuvo un encuentro con gobernadores, junto a quienes «analizó la coyuntura nacional al tiempo que dialogó sobre la situación de cada provincia». Y aclaró que el Presidente estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Juan Manzur
A la vez, allegados a Alberto Fernández dijeron que «todos los gobernadores del PJ expresaron su apoyo» al Presidente y remarcaron que el jefe de Estado les pidió «trabajar mancomunadamente». También se resaltó en la elevada presencia de mandatarios que fueron convocados sorpresivamente al mediodía cuando estaban en el CFI.
QUEJAS Y RECLAMOS
Sin embargo, algunos de los mandatarios que estuvieron en el encuentro cerrado con Alberto Fernández calificaron como «muy tensa» y con elevados niveles de preocupación el encuentro.
Hace meses que los gobernadores reactivaron las reuniones en el CFI, en una especie de mensaje de alarma sobre la situación que atraviesa el país. Las citas en Consejo Federal de Inversiones son un indicador de preocupación de las provincias por la crisis que sacude al Frente de Todos.
Entre los planteos expuestos por los mandatarios estuvieron la falta de definiciones en materia de medidas económicas para frenar la escalada del dólar, el faltante de gasoil y el retaceo de fondos nacionales al interior, entre otros temas.
La gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, destacó en un comunicado que los mandatarios provinciales le plantearon a Alberto Fernández la preocupación por la situación económica y la corrida cambiaria. El Presidente les dijo que «se esta trabajando en medidas» para atender esta situación.
Otro mandatario que pidió reserva expresó que «la reunión fue muy tensa» y no se arribó a un resultado concreto. También remarcó: «se pidió acciones concretas contra la inflación y la inestabilidad cambiaria. Todo que se haga con fuerza política».
A la vez, hubo varios mandatarios que resaltaron la idea de que el Gobierno realice «cambios profundos a la hora de gestionar». Esto es: una participación más activa de las provincias en la toma de definiciones nacionales.
El Presidente entendió que hubo un fuerte respaldo en el almuerzo con los gobernadores del PJ, teniendo en cuenta el reciente viaje de la ministra de Economía, Silvina Batakis, a Washington donde se reunió con el FMI, el Banco Mundial, empresarios y el Tesoro norteamericano.
APOYO NECESARIO
Alberto Fernández buscó en esta convocatoria que hizo a los mandatarios peronistas un apoyo a las medidas económicas que tiene en carpeta y que fue lanzando a cuentagotas en estos días.
Sin embargo, los mandatarios del PJ llegaron a la Casa Rosada con muchas inquietudes. Hay fuerte expectativa por el resultado del viaje de Batakis a Estados Unidos y reclamos por más fondos nacionales para las provincias. También existe entre los gobernadores del peronismo una creciente preocupación por el impacto de la inflación en la economía doméstica de sus provincias.
Entre los gobernadores del PJ hubo varios, como Omar Perotti de Santa Fe, que reclamaron un mejor trato de la Casa Rosada con el campo. Porque en los últimos días Alberto Fernández y buena parte del Gobierno lanzó duras críticas al sector agropecuario por no liquidar sus cosechas.
En la reunión en la Casa Rosada participan en estas horas los gobernadores Jorge Capitanich (Chaco); Gildo Insfrán (Formosa); Raúl Jalil (Catamarca); Gustavo Melella (Tierra del Fuego); Sergio Uñac (San Juan); Sergio Ziliotto (La Pampa); Mariano Arcioni (Chubut); Gerardo Zamora (Santiago del Estero); Omar Perotti (Santa Fe); Alicia Kirchner (Santa Cruz); Axel Kicillof (Buenos Aires) y Gustavo Bordet (Entre Ríos). El gobernador Ricardo Quintela (La Rioja) siguió el encientro por zoom.
No se sumaron al encuentro Osvaldo Jaldo (Tucumán), Juan Schiaretti (Córdoba) ni Alberto Rodríguez Saá (San Luis). Jaldo y Rodríguez Saá habían estado en la previa del CFI, pero no fueron hasta Olivos.
La presencia del santafesino Omar Perotti resultó sorpresiva, y fue celebrada en la Casa Rosada. Al ingresar al encuentro del CFI, el mandatario tucumano, Osvaldo Jaldo, manifestó que los gobernadores están «dispuestos a acompañar» las medidas que tome el Gobierno nacional en relación a la situación económica.
Jaldo evaluó que los mandatarios provinciales están «preocupados» por la coyuntura económica y consideró que a la ministra de Economía, Silvina Batakis, le fue «muy bien» durante su reciente gira por Estados Unidos, donde se reunió con autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del sector financiero y empresario de ese país.
El encuentro celebrado en el centro porteño estaba previsto, inicialmente, en la ciudad de San Carlos de Bariloche. Pero se pasó a Capital. La última reunión de la Liga de Gobernadores se hizo el 24 de junio, cuando los mandatarios provinciales pidieron redoblar esfuerzos para lograr un «mayor federalismo en la toma de decisiones» y debatieron asuntos de coyuntura.
La formalización de la Liga de Gobernadores se concretó el 10 de junio pasado en la sede del CFI luego de varias reuniones preparatorias.
Los mandatarios nucleados en ese ámbito comparten su preocupación por la distribución de los recursos coparticipables y la disputa legal que se encuentra en la Corte Suprema de Justicia, donde la ciudad de Buenos Aires reclama fondos que eran girados por el Gobierno macrista para el pago de la Policía porteña y que luego fueron reasignados por el Gobierno de Alberto Fernández.