Un ingeniero japonés estuvo en el momento y lugar equivocados. Ese es Tsutomu Yamaguchi, la única víctima reconocida que sobrevivió a las bombas nucleares lanzadas sin previo aviso por Estados Unidos sobre Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945, en el marco de la Segunda Guerra Mundial.
En un viaje de negocios a Hiroshima, fue la primera vez que vivió el terror de cerca. El 6 de agosto de 1945 Tsutomu Yamaguchi resultó herido con quemaduras de gravedad en todo su cuerpo, luego de que la explosión de la bomba nuclear se produjera a tres kilómetros de distancia.
En esa oportunidad, estaba caminando por la calle mientras cumplía con sus obligaciones laborales, cuando de repente se vio envuelto en una nueva negra. Luego, observó el fuego, escuchó los gritos y terminó desplomado. Al despertar tras unas horas, notó que sus oídos zumbaban y que sus ojos estaban cubiertos de sangre; en esas condiciones, llegó hasta un puesto improvisado de atención a heridos.
Pero eso no fue todo, ya que tres días después, cuando retornó a su ciudad natal Nagasaki –a 300 kilómetros de Hiroshima- para escapar de la tragedia, volvió a revivir la pesadilla al ser testigo de una detonación nuclear, en una distancia similar a la que estuvo en el episodio anterior (a tres kilómetros del centro de la explosión) y nuevamente pudo salvar su vida.
No obstante, pese a seguir vivo, la muerte se hizo otra vez presente frente a sí a raíz de lo que entraba por sus ojos: cuerpos mutilados, escombros por los edificios destruidos y fuego por todos lados.
Sumando las víctimas instantáneas de las dos bombas (80.000 en Hiroshima y 50.000 en Nagasaki) y las personas que murieron en los años posteriores por las secuelas de la radiación, los fallecidos llegaron a ser 250.000. Todo eso hizo que el trauma lo enmudeciera y que la guerra y las explosiones nucleares se vuelvan un tema tabú.
Recién en 2005, a sus 89 años, Tsutomu Yamaguchi se animó a hablar de las peores experiencias de su vida. Incluso, su voz llegó hasta la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde describió lo que había vivido, promoviendo la paz.
El 4 de julio de 2010 falleció de un cáncer de estómago, dejando un mensaje en contra de la guerra y los estragos que provoca la misma en la sociedad, y convirtiéndose en un activista contra la creación de armas nucleares.
A 77 años de la bomba atómica: reconocimiento y pedido para abolir armas nucleares
Recién en 2009, 64 años después de la tragedia, el gobierno japonés reconoció también a Yamaguchi como sobreviviente de la bomba de Hiroshima.. Fue entonces cuando lo incluyeron en la lista de los “hibakusha”, y de tal modo se convirtió en la única persona en haber sobrevivido a los acontecimientos ocurridos en la Segunda Guerra Mundial.
Si bien fue reconocido oficialmente por el gobierno de su país, existirían otros casos que no fueron declarados. Es que según el Museo de la Paz de Hiroshima, se calcula que pudieron existir 165 personas que pasaron por la misma experiencia que Tsutomu Yamaguchi.
Con respecto a la lucha contra las armas nucleares, en junio de este año, un grupo de “hibakusha” pidieron en Viena que las potencias nucleares eliminaran los arsenales atómicos, con el fin de que no se repita lo de Hiroshima y Nagasaki. Esto ocurrió en un foro organizado por la Campaña Internacional para la abolición de las Armas Nucleares (ICAN), Premio Nobel de la Paz en 2017.
La conferencia de la ICAN reúne a políticos, expertos y miembros de la sociedad civil para abordar la prohibición de las armas atómicas, y sirve de prólogo a la primera conferencia del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares.
Los siete “hibakusha” coincidieron en su petición, ya que ese tratado no ha sido suscrito ni por Estados Unidos, Francia, China, Reino Unido y Rusia, con derecho a veto en Naciones Unidas; ni por Israel, India, Pakistán y Corea del Norte; ni por los miembros de la OTAN o, ni siquiera, Japón.