El primer acercamiento entre los dirigentes de la Mesa de Enlace y el nuevo ministro de Economía, Sergio Massa, este viernes, sirvió para el «intercambio de visiones y necesidades» del sector agrario y ya dio lugar a una nueva reunión de trabajo donde la meta es acercar posiciones.
Este martes, a las 17.30 hs las partes se volverán a encontrar pero esta vez con fines técnicos: conciliar una agenda de prioridades sobre los temas que preocupan al campo que ya fueron expuestos al Ministro.
«No hay mucho margen, podemos entender y mejorar la situación o empeorar», planteó Carlos Achetoni, titular de la Federación Agraria Argentina (FAA) y valoró la instancia de diálogo que se abrió con el recambio de figuras en Economía que ahora incluye a la cartera de Agricultura.
«El Gobierno entiende fuertemente la necesidad de dólares y de reconocer el protagonismo del sector; con esto nosotros tenemos que tener la responsabilidad y la destreza de aprovechar este momento para generar las instancias que se necesitan«, indicó el líder de FAA.
A la cabeza de los reclamos, los referentes de la Mesa de Enlace ubican la necesidad de potenciar las economías regionales como fuente de generación de empleo en distintos puntos del país; la eliminación de la intervención gubernamental en las exportaciones de carne vacuna, trigo y maíz; la reducción de la brecha cambiaria y la presión impositiva y la mejora en el acceso al financiamiento.
En el último encuentro se acordó fijar una reunión de equipos técnicos que tendrá como desafío, en un plazo de no más de 10 días, «confluir» en alguna herramienta que sea útil tanto para el Gobierno que necesita que el campo ingrese dólares de las exportaciones como para el propio sector que se queda «sin margen» para estirar las operaciones.
Además, el sector aún necesita que el Gobierno le garantice la «provisión segura» de insumos fundamentales como fertilizantes, gasoil y maquinaria que mayormente se importan.
CONSENSO
La reavivada tensión entre el Gobierno y el campo, sucede en un contexto de exportaciones récord tanto en volumen como en precio para el sector agroexportador que en los primeros seis meses del año facturó u$s 44.377 millones de dólares en trigo, soja y maíz.
Sin embargo, la fuerte diferencia entre el valor del dólar formal y el informal no deja satisfechos a los agro-exportadores, que no se conforman con el «dólar-agro» que les ofreció el Gobierno y piden la unificación del tipo de cambio para todas las operaciones. «En definitiva – la brecha- es lo que está traccionando a la inflación y castigando a los hogares más necesitados», dijo Achetoni y remarcó que «sería clave» para tener «mayor certidumbre».
NO A LAS RETENCIONES
Sobre los Derechos de Exportación, el dirigente de FAA, que hoy conmemora 110 años de su fundación, fue determinante al explicar que el sector necesita que las primeras toneladas con destino al exterior no paguen retenciones y que, progresivamente, «en un lapso de no más de 5 años, se hayan retirado totalmente y se pase a un tributo más lógico como el Impuesto a las Ganancias«.
Puntualmente, sobre el arribo de una figura política a la gestión integral de la economía, Achetoni opinó que «es la última alternativa que hay, la deben tomar o profundizar el desastre en el que estamos».
INSUFICIENTE
Los datos del 2022 no acompañan al sector de la carne que afronta un consumo retrotraído en el mercado interno y la pérdida de exportaciones por cerca de u$s 350 millones, a partir del cepo que introdujo el Gobierno.
«La única manera de que los argentinos consuman el mismo volumen de carne que veníamos consumiendo es aumentar la producción», aseguró Miguel Schiariti, director de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), pero aclaró que «hay que dar por lo menos 5 años de no intervención en el mercado; si se dan incentivos mejor, pero lo importante es respetar el ciclo biológico de la industria del ganado vacuno».
En ese sentido, respecto al peso del tiempo en las gestiones de los gobiernos, Schiariti cuestionó que la dirigencia política «no toma nunca una medida que pueda disfrutar el próximo gobierno, incluso, aunque sea del mismo signo».
Por último, criticó el programa «Cortes cuidados» que busca fijar un precio de referencia para la carne, al expresar que «no funciona porque abarca 12.000 toneladas de carne mensual, mientras los argentinos consumen, en ese lapso, 180.000 tn.«.
En ese sentido, sobre el acuerdo que sella la Secretaría de Comercio con los grandes frigoríficos que distribuyen principalmente en los super e hipermercados, apuntó que no llega a los que más lo necesitan: «la gente del segundo y tercer cordón del conurbano compra en la carnicería del barrio».
En ese sentido, destacó que «si el peso sigue perdiendo valor y el salario poder de compra, el consumidor termina decidiendo por el bolsillo y, con un kilo de carne, puede comprar hasta 3 de pollo».
