El exbasquetbolista argentino Emanuel Ginóbili, ganador de cuatro anillos de campeón con los San Antonio Spurs y del oro olímpico con Argentina en los Juegos de Atenas 2004, expresó este viernes que «es un momento irreal estar acá», en la rueda de prensa que dio antes de ser ingresado en el Salón de la Fama de la NBA.
El exescolta de los Spurs, de 45 años, que será uno de los destacados en la ceremonia del sábado, señaló que «uno no crece en Argentina pensando que va a llegar a este lugar. Siendo de donde soy, ya el hecho de llegar a la NBA era algo soñado. Tuve un camino muy improbable para alguien que viene de donde yo vengo«.
En todo momento Ginóbili remarcó agradecimientos. «Estoy acá porque jugué en equipos increíbles. No soy el tipo de jugador que hubiera llegado aquí de cualquier manera. Necesitaba un gran equipo. Tuve muchísima suerte de jugar y estar en equipos maravillosos en el momento indicado».
Basketball Hall of Fame Class of 2022 inductee Manu Ginobili speaks at a news conference at Mohegan Sun, Friday, Sept. 9, 2022, in Uncasville, Conn
«Veo muchos rostros familiares», expresó Ginóbili con una amplia sonrisa en su conferencia de prensa, en la que fue presentado como una de las figuras de la Generación Dorada del básquetbol argentino.
«Mis logros más importantes son colectivos. No tengo un premio MVP (jugador más valioso), así que estoy acá por haber formado parte de grandes equipos. Desde el sexto hombre [por el que también fue premiado] a los All-Stars, cada vez que pasó eso fue porque mi equipo se destacó y esta no es la excepción», amplió el argentino de 45 años en Montville, Connecticut.
Sobre su llegada al Salón de la Fama, reconoció que «esto trajo un poco de presión, de nervios, de responsabilidad. Pero ya preparé mi discurso, y está todo bien. Ahora es tiempo de disfrutar, y de celebrar mi carrera nuevamente«.
Respecto de su legado, Manu bromeó y dijo que «lo del murciélago es algo imposible de superar. Pones mi nombre en YouTube y lo primero que se ve es lo del murciélago», en una referencia al momento en el que capturó a uno en medio de un partido contra Sacramento con una mano.
Dijo que en su carrera «hubo momentos de éxtasis, como fue con el oro en Atenas 2004 y los títulos de la NBA en 2005 y 2014, que fueron muy especiales».
Finalmente, Ginóbili fue consultado sobre el sitio que ocupa su deporte en el país luego del apogeo de la Generación Dorada y, fiel a su estilo frontal, tuvo una respuesta contundente.
“¿Si estoy conforme con el lugar que ocupa el básquet en el país? No sé qué decirte. Si estoy conforme o no, está donde tiene que estar. No, no…, ni siquiera es mi responsabilidad. Si a la gente le gusta el deporte, está. Si le gusta más el fútbol, está ahí. O el tenis, o el rugby. Hay una generación que puede empujarlo, tuvimos momentos de rating muy alto, pero después vuelve adonde tiene que volver y pasa en todos lados. Pudimos haber generado un auge en algún momento, como por ahí Vilas en el tenis o el que sea, pero después vuelve adonde tiene que estar. Y para cambiar eso radicalmente tiene que haber un trabajo serio, de raíz, que nunca va a pasar en nuestro país”, recalcó.
Luego de comenzar su carrera en la Liga Nacional argentina y jugar varios años en Europa, Ginóbili llegó a los 25 años a la NBA, en la que jugó durante 16 temporadas, siempre con la camiseta número 20 de San Antonio Spurs, con los que ganó cuatro anillos de campeón, además de tener dos presencias en el All Star.
Ginóbili fue el primer jugador sudamericano que jugó más 1000 partidos en la fase regular de la NBA, con un total de 1057 encuentros, y un porcentaje de 72,1% de triunfos, un total de 14.043 puntos, 3697 rebotes, 4001 asistencias, 1392 robos y 1495 triples.
El argentino, que anunció su retiro el 27 de agosto de 2018, será introducido este sábado en el Salón de la Fama junto con el exjugador Tim Hardaway, los entrenadores George Karl y Bob Huggins, el árbitro Hugh Evans, las basquetbolistas Swin Cash y Lindsay Whalen, y la entrenadora Marianne Stanley.
